Un estudio elaborado por investigadores del Centro Nacional de Epidemiología del Instituto de Salud Carlos II asegura que la cuarentena que se decretó en el hotel H10 Costa Adeje Palace de Tenerife evitó "una bomba vírica", según informa Abc.
La investigación demuestra que si no se hubiera puesto en cuarentena a los 800 clientes que se encontraban en el hotel hubiese aumentado la difusión internacional del nuevo coronavirus.
El primer brote se produjo a finales de febrero y afectó a ocho turistas de distintas nacionalidades. El primer caso se confirmó el 24 de febrero y en ese momento las autoridades sanitarias decidieron poner en cuarentena a todos los turistas que se alojaban en el hotel.
El trabajo admite que la cooperación del personal del hotel fue «clave», ya que el mantenimiento de los servicios de comidas, limpieza y entretenimiento a los huéspedes en cuarentena mejoró el estado de ánimo, además de facilitar la cooperación de los huéspedes con los servicios de salud pública.
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