Optimismo: los factores que aventuran una recuperación más rápida de lo esperado

Las Bolsas se dispararon el pasado viernes. El motivo fue que la sorprendente bajada del paro en Estados Unidos en mayo hasta al 13,3% con la creación de 2,5 millones de empleos, después de que se perdieran más de 20 millones en abril, y que el índice de desempleo se situó en el 14,7%. Pocos esperaban que la recurrente confianza de Donald Trump en que la recuperación va a ser mucho más rápido de lo previsto fueran a tener una base tan inmediata.

Lo más difícil para salir de cualquier crisis suele ser cambiar la tendencia y tener la conciencia de que se ha tocado suelo. Lo difícil suele ser en una espiral positiva que se retroalimenta creando un círculo virtuoso, en vez de vicioso. Estados Unidos ha mostrado hechos con los que confiar en que la recuperación puede ser rápida. China también acumula un crecimiento gradual, y sus ocupaciones hoteleras, como recogió Preferente, ya se van acercando a un 50 por ciento, no muy lejos de la media habitual en muchos establecimientos (Optimismo: las ocupaciones hoteleras en China ya se acercan al 50%).

Trump aventuró que las aerolíneas van a repuntar, y lamentó contradecir a Warren Buffet, el inversor más famoso del mundo por quien manifestó un "gran respeto". El actual presidente de Estados Unidos tuvo durante casi tres años su propia aerolínea, Trump Shuttle, entre 1989 y 1992, tras absorber Eastern Air Lines. Y además, conserva una cadena hotelera, por lo que entiende como pocos el negocio turístico, aunque a veces los medios lo retraten como a un descerebrado, y sus formas sean deplorables.

Una rápida salida de la crisis en las democracias punteras como Estados Unidos y Alemania tendría un impacto inequívoco para las empresas turísticas españolas, tanto las implantadas en el Caribe como a las operativas en Europa. En España, el PIB se hundió un 5,2% hasta marzo, y mucho más que lo hará en el segundo trimestre por el efecto de dejar a cero el turismo durante abril y mayo (Foto – Un mes para la historia: cuando la ocupación hotelera fue cero).

Pero en Estados Unidos, la economía se contrajo en el primer trimestre un 4,8%, y en Alemania, el PIB cayó un 2,2% en el primer trimestre por el impacto del Covid-19. En el segundo trimestre su caída será muy inferior a la de España, y el gran pesimismo económico en nuestras fronteras debe complementarse por algo de luz en que los mercados emisores más potentes no están tan golpeados y podrán viajar.

El miedo al virus está desapareciendo --las multitudes contra el racismo lo prueban--, aunque el gran temor es que un contagio en pleno verano arruine toda la temporada alta. Si así fuera, obligaría a una cuarentena a todos los acompañantes del contagiado en el avión, y en el hotel, e incluso a la vuelta a su país. Pocos turistas querrían exponerse a viajar si se arriesgan a que sus vacaciones puedan tornarse en pesadilla, por lo que se hace imprescindible crear las máximas garantías y controles en este sentido (Mallorca: habilitarán apartamentos para turistas contagiados).

Gabriel Subías, CEO de W2M, dijo que las ventas se acelerarían una vez se viera que los primeros turistas han vuelto sin problema a sus casas. El presidente del lobby aéreo ALA, Javier Gándara, sacó pecho por todo el sector con que en el vuelo de Madrid a Lanzarote de Iberia Express donde hubo un contagiado, ningún pasajero diera positivo, lo que a su juicio demostraba la seguridad de los filtros de renovación del aire de cabinas (Iberia Express: pasajeros y tripulación del vuelo a Lanzarote dan negativo en Covid19).

La temporada podría retrasarse con agosto y septiembre con los dos meses más fuertes, en lugar de los tradicionales julio y agosto. De cara a otoño, se da por descontado un nuevo rebrote del coronavirus, pero esta vez sin el gran inconveniente artífice del caos, que fue el desconocimiento tanto del virus como de su impacto en la salud, y de cómo afrontarlo en términos de organización de la sociedad. Y además, parece que ha perdido letalidad, al tiempo que ya los tratamientos son más eficaces (Matutes hijo: “Se está intentando hacer una temporada alta en otoño”).

Las aerolíneas se dispararon en Bolsa el pasado viernes --IAG más de un 13% en un solo día; Air France más de un 12%; Easyjet casi un 7%--, y las hoteleras también --Meliá más de un 7%; mientras Marriott, IHG y Accor entre un 3 y un 5,2%--. Las dos grandes navieras --Royal Caribbean y Carnival-- repuntaron entre un 20 y un 16%. Los inversores, que se juegan sus patrimonios, demuestran creer en una recuperación más rápida de lo previsto.

Nunca una crisis fue tan esperada, y por tanto nunca unos bancos centrales y unos políticos pudieron prepararse tanto para contenerla. Lo más difícil podría ser generar la espiral positiva, y podría haberse iniciado ya. Las normas empiezan a ayudar, como las de permitir ocupar el asiento central a las aerolíneas, o que los autobuses puedan llenar todas sus plazas, lo que es clave para los circuitos y los transfers de los touroperadores. Por tanto, hay motivos consistentes para creer en una recuperación más rápida de la prevista (Los autocares turísticos podrán ocuparse al cien por cien).