La pandemia pilló a las compañías de cruceros sin mecanismos de operación. Y, ante ello, más de uno optó por disimular el problema. El coste puede ser alto porque un colectivo de pasajeros franceses del Costa Mágica, rechazados desde varios puertos del Caribe a principios de marzo por el virus, presentó este viernes 180 denuncias en París contra la compañía de cruceros. Entre ellas están las denuncias de los familiares de tres pasajeros fallecidos.
La acusación es la de no informar a los pasajeros ni adoptar medidas de prevención. Según Philippe Courtois, el abogado de estas familias, el barco con sus 2.300 cruceristas, que había salido el 6 de marzo de Guadalupe y debía regresar el 13, fue rechazado en la mayor parte de los puertos (Trinidad y Tobago, Granada, Barbados, Santa Lucía). Sin escalas, la tripulación animaba a los viajeros a acudir a las tiendas, spa, restaurantes o casino de a bordo, sin medidas sanitarias.
Al parecer, sí había pasajeros contagiados a bordo, como demuestra la reacción de muchos países.
Costa Cruceros, por su parte, indicó a la prensa francesa que desconoce oficialmente la existencia de esta denuncia, pero dice que “cuando comenzó el crucero, aún no se habían impuesto prohibiciones, locales o internacionales, ni restricciones de movimiento. impuesta por el Gobierno francés. Posteriormente, la empresa se movilizó inmediatamente para apoyar a los pasajeros y tripulaciones a bordo de los barcos.
Inmediatamente se creó una unidad operativa de crisis”. “Los pasajeros fueron continuamente informados de la evolución de la situación de acuerdo con las instrucciones de las autoridades y la compañía hizo todos los esfuerzos posibles para asegurar la atención de los pasajeros”.
El asunto, como se imaginan, traerá cola.
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