WizzAir entra en la guerra aérea doméstica en Italia

Cuando salgamos de la crisis, que un día saldremos, no sólo estarán Easyjet y Ryanair al frente de las aerolíneas de low cost europeas. Habrá aparecido con sorprendente fuerza, un tercero en discordia, WizzAir, que ya existía pero operaba sobre todo en el este (Wizz Air: la aerolínea que más rápido se recupera). La aerolínea húngara, apoyándose en su control de su área de Europa, aprovechándose de sus costes controlados y habiendo sido menos duramente afectada por la crisis, ha utilizado estos meses para posicionarse en numerosos puntos claves de los mercados de Europa Occidental.

El último fue anunciado ayer mismo: WizzAir empieza a hacer vuelos interiores en Italia, entre Sicilia (Catania y Palermo) y Milán, con sus primeros aviones instalados en Malpensa. Este es un paso cualitativamente fundamental porque en Italia están ya Ryanair –la líder del mercado–, Easyjet –que tiene una gran presencia–, Volotea y Vueling, además de algunas aerolíneas tradicionales.

Pero WizzAir aprovechó esta pausa derivada del coronavirus para instalar base en Gatwick y desde allí operar a casi toda España, y a crear una base nueva en Doncaster –cerca de Leeds, en Inglaterra–, para desde allí atender diversos destinos del sur. Antes, la húngara ya había implantado su huella en la ruta entre Londres y Lisboa y se había atrevido a profundizar en su oferta entre Londres y Escandinavia. O sea, a un paso de estar en los principales mercados occidentales.

Al mismo tiempo, acaban de llegar a Abu Dabi los primeros aviones A321 con los que la húngara empezará a operar la base en ese país, para enlazar con Europa y, probablemente, con la India. Son los cimientos de una aerolínea que ha venido para quedarse, lo cual está asegurado por sus costes operativos muy bajos.