Air New Zealand inventa el viaje al destino misterioso

En Japón o en Corea, las aerolíneas generan ingresos con vuelos a ningún lugar, que retornan finalmente al aeropuerto de partida; en Singapur, los clientes suben a un avión A380 y comen el menú de a bordo, de acuerdo con la categoría del asiento escogido y pagado; en Finlandia, la compañía aérea ha decidido poner en los supermercados sus menús de a bordo. 

Y ahora aparece la idea de Air New Zealand: vuelos a un destino desconocido, el vuelo enigma. Cuando aterriza, el viajero descubre dónde está. Bueno, en realidad no es así: lo sabe dos días antes del vuelo, lo cual no resta interés a la aventura.

Air New Zealand lanzó ahora 20 destinos misteriosos. Los vuelos valen unos 420 dólares americanos y sólo alcanzan destinos dentro del país, porque ya se sabe que el resto del mundo está peor que su país y volar fuera es un riesgo.

Los socios de Air New Zealand, Accor Hotels y Avis proporcionarán el alojamiento y el alquiler de automóviles incluidos en los paquetes. Los destinos son tanto de la isla norte, la más habitada, como de la del sur.
 

Nueva Zelanda tiene muy pocos casos de Covid, resultado de aplicar unas medidas fronterizas absolutamente draconianas. No es posible entrar –ni salir-- del país salvo en circunstancias extremas, absolutamente tasadas. Precisamente, este fin de semana, desde marzo, pudo tener lugar un vuelo internacional normal –hasta ahora ha habido vuelos pero sólo para reunificación de familias-- a Australia. Los viajeros en Australia pueden entrar sin problemas pero, sin embargo, al regreso deben estar catorce días aislados en cuarentena, por temor de que traigan el virus, incluso desde Australia que ha tenido muy poca presencia de la enfermedad.