De nuevo las estaciones de esquí llevan el Covid a Alemania

Hace ocho meses, una estación de esquí disparó las alarmas en Europa sobre el virus. Un inglés que asistió, retornó a Mallorca y fue el segundo caso en nuestro país. Ahora, de nuevo, parece que el virus azota Alemania, empezando por la nieve. La cifra de 250 contagios por cien mil habitantes es  habitual en muchos lugares de España y de Europa. Todos pensábamos que de esto Alemania estaba protegida, puesto que parecía regirse por una dinámica diferente, como si no pudieran sucumbir al virus. Es cierto que el país sigue con índices bajos, pero ayer se dispararon las alarmas cuando Berchtesgadener, un condado de Baviera, especializado en turismo de invierno, llegó a superar los 250 casos, cosa jamás vista hasta ahora.

En  Delmenhorst, una ciudad de Baja Sajonia, se han registrado más de 200 casos de coronavirus por cien mil habitantes, lo que ha llevado al alcalde, Axel Jahnz, a introducir el toque de queda desde las 11 de la noche a las 6 de la mañana. En ese horario, los restaurantes, pubs y bares deben permanecer cerrados. Igualmente, es obligatorio el uso de la mascarilla. Y, naturalmente, se han introducido otras restricciones a los contactos humanos. 

El alcalde de Berlín, Michael Müller, anunció que en diez calles, casi siempre abarrotadas de la capital alemana, será obligatorio el uso de la mascarilla, cosa que hasta ahora les sonaba de verlo en España y por la televisión. También en Berlín se registra un aumento de casos, aunque con mucha menos intensidad que en el resto de Europa. Han llegado puntualmente a los 188 casos, pero no es lo habitual.

Símbolo de que las cosas se complican en Alemania es Jens Spahn, el ministro de Salud, que también se ha contagiado.

La Asociación Alemana de Virología alemana, ante lo que está ocurriendo y de lo que parecía que Alemania estaba protegida, advierte que están ante "dinámicas de infección explosivas" en "todos los puntos calientes europeos", en parte atribuyendo su situación al hecho de que el país está rodeado por todos lados de países muy infectados. Los virólogos culpan a los jóvenes de participar en fiestas descontorladas.