Como ven, Happyland Viajes es una agencia de viajes común y corriente. En Italia aún hay muchas, que hoy están sufriendo lo indecible para mantenerse abiertas. Si los tiempos de por sí eran difíciles, el virus está suponiendo un desafío imposible. Pero Antonella Ruperto no se deja arredrar y, lejos de asustarse, ya sabe qué va a hacer para ingresar dinero estas fiestas: vender regalos navideños. No es que sea muy consistente con la actividad de siempre, pero hay que vivir.
Happyland Viaggi está en Mentana, una villa cercana a Roma. Y este martes 3 de noviembre reabre pero con productos navideños, con el rojo de Papá Noel. Si antes vendía vuelos y estancias en Laponia para los amantes de los renos y del hombre de rojo, ahora los vende en su tienda. Ya tiene todos los catálogos e imágenes para los niños y los mayores, ya ha recibido la decoración, los artículos con los que armar el recuerdo de Navidad.
Antonella dice que no se puede permitir el lujo de que sus empleados se queden sin nada que hacer. De manera que ahí está, una agencia que después de 20 años abierta, deja de ser agencia de viajes. Lo que no quiere decir que vaya a morir definitivamente, sino que se transforma.
Pero Antonella es agente de viajes. TTGItalia le preguntó qué piensa hacer si alguien entra y le pide un viaje, a lo que Antonella replica que “basta a otro escritorio, con un ambiente tradicional”, y a vender. La agencia de viajes dejará de ser principalmente agencia de viajes hasta el 31 de marzo cuando, intentando convencerse de que para ese momento ya no habrá virus, "estoy segura de que volveremos más fuertes que nunca".
Lamentablemente, primero con el terror, y ahora con la confusión, la basura política nos ha tomado el tiempo, y va a ser muy dificil que, a partir de ahora, nos dejen hacer la vida de siempre...
No sé cómo será en Italia, pero en España haces eso y te empapela el ayuntamiento por ejercer comercio minorista sin licencia, Hacienda por ejercer una actividad fuera de tu objeto social y tu IAE, la Seguridad Social por tener al personal ejerciendo unas funciones fuera de su contrato. Local embargado y bienes personales del administrador peligrando.