A Pepe Hidalgo le crecen los enanos. Justo cuando tenía pensado irse con mil millones, se enfrenta a lo que jamás pensó. ¡Pepe, qué has hecho para merecer esto!
Alemania dió nueve mil millones para salvar Lufthansa. Pidió una participación pero se comprometió a no meterse en cuestiones de dirección de empresa. Ni hablar de tomar medidas, de molestar a Spohr. Macron aportó varios miles de millones a Air France pero sólo le puso una única condición a Ben Smith: que deje de volar en vuelos interiores en los que también opera el tren de alta velocidad, por razones ambientales. ¡Lo que le puede importar a Air France abandonar unos vuelos que sólo eran un dolor de cabeza! El gobierno holandés –el frugal, anatema para los nuestros– le prestó 3.400 millones a KLM con una contrapartida: mientras tengan ese dinero, todos los acuerdos laborales han de tener la ratificación sindical.
En España, en cambio, nuestro gobierno entra a saco en Air Europa. Pone una cantidad mucho más pequeña, pero con derecho a dos plazas en el Consejo de Administración y, también, con voz para nombrar al director general. ¿Devolver el dinero de los viajes a los clientes? No, esto no importa. Sólo juegan a tener poder.
¡Pepe, tienes un lío! Nadie serio puede pensarse que nuestro gobierno va a tener esas plazas como cautela. No, en España todos somos entrenadores de fútbol, especialistas en Covid y planificadores de vuelos de compañías aéreas. Y ahora mandarán a alguien descamisado a jugar con un mapa: dos por semana a León, tres a Carbera y dos a Almería, que nos lo han pedido los camaradas de allí.
Ahora, Pepe, a tu edad, te viene el gran desafío: torear a esta tropa. Observa: van a mandar en tu casa, sin poner ni un chavo de su bolsillo; podrán jugar a hacer de Pepe, sin haber luchado como tú, tantos años, tantas aventuras, tanta picaresca, tanto trabajo.
Hoy no queda nada de Air Europa, más que la marca. No queda dinero, ni solvencia, ni clientes. No queda el comprador, que se libró de este desastre por unos pocos meses. Justo para cuando tenías pensado marcharte con el dinero, te toca bailar con la más fea: compartir poder con esta tropa que te gusta lidiar pero desde tu empresa, no dentro de tu empresa.
Preferente.com Diario para profesionales del Turismo