La prensa mundial, en varios países e idiomas, refleja la tragedia cada día más evidente de la crisis del coronavirus. Hace unos días, un periódico africano contaba las historias de personas anónimas de Egipto o de Ruanda, por ejemplo, que afirman llevar ahora siete u ocho meses sin ingresos económicos, porque el turismo era su único empleo y hace tiempo que no llega un visitante a sus países.
En Cusco (Cuzco para nosotros, en España) hace unos días hubo una especie de fiesta para reinaugurar el turismo, a la espera de que lleguen los viajeros. Más un acto que refleja la desesperación que otra cosa, porque nadie de Europa o Estados Unidos se atreve hoy a volar hasta un país que ha sido de los más castigados. El drama se vive en cada rincón de Perú y no sólo por la crisis del Gobierno sino por la miseria que invade las calles.
Isla Margarita, en las costas de Venezuela, según refleja la prensa local, está en estado desesperado en un país ya de por sí en el caos. Margarita hace años que perdió el turismo internacional, pero es que ahora tampoco tiene siquiera el turismo nacional ni siquiera el local. Todo está muriéndose y con ello los habitantes, incapaces de encontrar cómo comer.
Las estaciones de esquí argentinas en Bariloche no han abierto este año porque el país ha acabado con su cuarentena hace apenas dos semanas. La población se ha empobrecido. La prensa local publica los testimonios desesperados de los ciudadanos.
En Tailandia, en el otro extremo del mundo, han logrado salir de esta pandemia –si es que ya ha pasado-- sin casos de coronavirus pero también sin ingresos. El país ha estado cerrado a todo visitante hasta que se ha quedado sin dinero, sin recursos, con la gente empobrecida.
Lo común de todos estos países es que en el tercer mundo no hay salarios completos pagados por el estado, como ocurre en Alemania, ni siquiera como en España, parcialmente financiados a cargo de deuda pública. En esos países asistimos al empobrecimiento de la población que lleva muchos meses sin ingresos, desesperada, esperando que el turista vuelva a viajar tan pronto como sea posible.
Son los ojos y las caras reales de los afortunados que no han muerto o enfermado por el virus pero que lo sufren igualmente en sus vidas.
No hace falta irse al tercer, o cuarto mundo, aquí en España hay gente que lleva ocho meses sin ingresos. Al parecer el SEPE no ha sido todo lo eficaz que se esperaba.
Eso los que tiene el sepe a su cargo. Muchos autonomos no estan al cargo de nadie. La politica española a este respecto a sido aun mas inepta e irresponsable de lo que acostumbra a ser siempre. De esta pandemia se saldra con una mejor vision de lo que significa realmente tolerar y mantener a la actual clase politica y funcionarial. Simplemente genocida.
El triunfo del neoliberalismo a nivel global.
Unido a preceptos supinos de índole ... “ganarás el pan, con el sudor de tú frente.”
De nómadas a sedentarios, de agricultores, ganaderos, pescadores ... a vivir del maná servicios sightseeing everywhere.
El Sistema, está agotado y la vaca no va a dar mucha más leche para tanta ubre.
Ya hay gurús que pronostican la caída del capitalismo en décadas ... que no se pongan nerviosos los antitodo porque no les conviene a sus intereses muy particulares.
De todo se sale, salvo de ... el coffin corner.
Atentos a la Hoja Parroquial, para unos y a Radio Macuto, para otros.
Alea jacta est.!!!
Te lias mucho, chaval.
Lo que sobran son parasitos sobre la vaca. Si se fumiga de una vez, tal y como se hace con el cancer, todo arreglado y adelante a toda vela.
Vaya. Están intentando patentar la sopa de ajo cuando desde el principio de todo este dislate que estamos sufriendo hay gente que ya dejaba claro cuales iban a ser las consecuencias de actuar por histeria colectiva.
A dia de hoy todavía el covid tiene una afectación sobre la población mundial parecida a la de la tuberculosis que también se contagia y de forma muy parecida. La humanidad ha venido soportando esa y otras enfermedades actuando con los médicos y los fármacos, sin embargo ahora se han puesto de moda remedios medievales y sobreactuaciones.
Cada dia fallecen en España una media de 1200 personas y eso es lo normal. A todos nos gustaría que el número de fallecidos fuera cero pero hoy por hoy no es así.
La televisión nos machaca el cerebro y los bustos parlantes ponen cara de profeta milenario cuando nos dicen que este dia el numero de fallecidos por covid es equivalente a dos accidentes de avión cada dia. Pero es que cada dia ya ocurrías eso multiplicado por tres y era lo normal.
Lo peor es que a medida que pasa el tiempo se está constatando que el haber tomado medidas restrictivas o no haberlas tomado es irrelevante en lo que respecta a la enfermedad y si que ha resultado devastador para la economía. Y mas a aún, devastador para los que sufren otras enfermedades que ahora reciben peor tratamiento y cuidado. Tal vez el exceso de fallecidos habría que atribuirlo a las consecuencias de las restricciones sobre estos otros enfermos mas que al virus en concreto.
Cada 17 segundos muere una persona en Europa por Covid.
Cada 60 segundo muere una persona en España por cualquier causa.