Toda la prensa francesa e italiana especulaba ayer con qué ocurrirá definitivamente con las pistas de esquí estas fiestas navideñas. La decisión, este miércoles, parecía tomada: no abrirán. Especialmente parece que esto es lo que ocurrirá desde navidades a Reyes, semanas en las que el negocio llega a su punto culminante.
No sólo eso sino que ayer algunos periódicos informaban de que parece que se perfila una decisión europea –sería una de las pocas cosas que se acuerdan conjuntamente– para que toda la Unión Europea cierre sus pistas a los esquiadores. Obviamente, eso afectaría a los Alpes, la principal zona europea de esta actividad. Alemania y Francia aún no han cerrado una postura común, pero Italia sí está dispuesta a cerrar el país a la nieve.
Entonces, nuevamente, surge el problema de los reembolsos a los que ya habían pagado la reserva de las vacaciones.
Bernabò Bocca, el presidente de la patronal de alojamientos de Italia, dijo a la prensa que “cerrar una estación de esquí en Navidad es como cerrar un hotel junto al mar el 15 de agosto; no quiero entrar en el tema de los protocolos de salud que no son de mi incumbencia pero solo digo que, si se ha de adoptar esta decisión [de cierre de los establecimientos] debe hacerse a nivel europeo. No debemos nosotros ser más exigentes que todos los demás. Europa no sólo debe estar para las sanciones, sino también para las políticas comunes.”
La asociación que agrupa a las estaciones de esquí muestra su preocupación. “Lo primordial –dice Valeria Ghezzi, la presidenta-- debe ser la salud de los italianos, pero lo que pedimos es ser escuchados y que no se cierre todo a priori, sin conocer los detalles”.
No me lo creo. En España hay muchas estaciones con todo en marcha esperando a la nieve. Esperemos que así sea.