La ministra de Turismo, Reyes Maroto, se ha visto obligada a autoconfinarse, después de que un miembro de su equipo diera positivo por coronavirus. O sea que nos quedamos sin ministra de Turismo, al menos por una semana.
Así, pues, ahora ya es oficial: no tenemos ministra. Hasta ahora no la teníamos porque no constaba que hubiera hecho nada, pero ahora directamente no acude a su despacho. Tiene una baja. La diferencia es inapreciable en la práctica, pero ahora al menos tiene una justificación defendible y presentable.
La realidad, para el turismo y para los demás sectores económicos que dependen de su ministerio, es que no hay nadie al frente. Nadie. Porque no tiene criterio conocido, porque carece de peso político y porque habla como si no fuera gobierno sino como si estuviera en un bar, charlando sobre cuestiones menores.
Con la crisis tan profunda que arrastra el turismo, la ministra hace tiempo que debería haber diseñado un programa de ayudas para recuperar este sector y todo lo que le rodea. A día de hoy, además de palabras, no hay nada. En otros países europeos, las empresas que han tenido grandes pérdidas de facturación se han visto subvencionadas para poder sobrevivir. En España no: aquí nadie ha contemplado ni esa ni ninguna otra posibilidad más que la de obtener créditos del ICO que hay que devolver con los correspondientes intereses.
Al menos, desde hoy todo este desastre se puede explicar: la ministra no está ni se la espera porque tiene una baja por coronavirus.
Ahora si q estamos jodidos
Ahí ministra de turismo en España no lo sabia y hace algo o solo se pasea por España a no tampoco se puede viajar