La historia de Alitalia ha sido siempre un culebrón, aunque no todos los capítulos son tan apasionantes como los que están siendo vividos estos días. Mientras en casi todas las ciudades en las que hay un aeropuerto, se repiten diariamente las manifestaciones de los trabajadores, finalmente el Gobierno acordó pagar los salarios de abril, mediante una parte adicional en el dinero asignado a las compensaciones por el Covid.
Al mismo tiempo, la industria italiana pide que se acabe ya con Alitalia, que está comiendo al país y, por otro lado, la Unión Europea dice que continúan las negociaciones con Roma y que no hay aún un acuerdo.
O sea, una historia interminable que se vive capítulo a capítulo.
Uno de los puntos delicados es que Bruselas no quiere continuidad entre Alitalia e Ita. Dice que han de ser dos compañías diferentes y que los activos de Alitalia se han de vender al mejor postor. Bruselas dice que investiga el dinero que Italia aportó a Alitalia entre 2017 y 19, porque hay que recordar que la crisis de la compañía se arrastra desde hace años y años. El Gobierno italiano prometió mil veces la privatización de la compañía, para lo cual ha estado haciendo incontables convocatorias, que han ido decayendo por mil problemas, muchas veces incluso por las caídas de los gobiernos.
Mientras Bruselas habla de las ayudas del pasado, Draghi, el nuevo primer ministro italiano, aprobó cincuenta y dos millones de euros para pagar salarios y evitar que las calles ardan por culpa de Alitalia. También están incluidos en esta partida los salarios de mayo, con lo que para el 15 de junio volveremos a vivir de nuevo estas tensiones y quizás para entonces Europa empiece a estudiar si las ayudas que se le han dado a la compañía son legales.
El último debate es si estas ayudas tienen que ver con el Covid, en cuyo caso serían legales. Evidentemente, Alitalia tiene un plan de vuelos mínimo, debido a la extensión de la pandemia.
Pero al mismo tiempo, la pelea con Bruselas viene de que Competencia quiere que la nueva compañía, Ita, no tenga más que cincuenta aviones y con una plantilla de menos de tres mil empleados, contra los casi doce mil actuales. Igualmente la Unión Europea exige que la nueva Ita abandone el programa de puntos de Alitalia y que se enajene el mantenimiento de aviones.
Una vergüenza más para Alitalia que haber si desaparece de una vez porque menudo agujero negro, normal que se meta Bruselas de por medio. Si lo que no es normal que los otalianos no le hayan pegado fuego ya a la cebtral en Roma (escondrijo de mafiosos y vividores).
A. ver si le pegan fuego a tu casa que no se si será nido de mafiosos o de víboras
Hay tantas asi, por ejemplo air france lleva quemados miles de millones, van por la segunda inyección de dinero y parece que no es la ultima. Ademas de ser una compañía dirigida por una mafia de pilotos y otros empleados, deberian desaparecer también.