Un semáforo conflictivo:¿habrá turistas ingleses en agosto?

En teoría, este jueves 5 de agosto debería modificarse el semáforo que regula el tratamiento que tienen las personas que retornan al Reino Unido desde el extranjero. Actualmente, los que regresan de un país en la lista verde, Gibraltar o Islandia, pueden irse a su casa presentando una PCR previa al viaje y otra al segundo día.

Los que vuelven de los países en la lista ámbar (España entre ellos), tienen que encerrarse en sus casas diez días, sin salir, y presentar una tercera PCR además de las dos anteriores. Sin embargo, sí el viajero tiene las dos vacunas en Gran Bretaña, no tiene confinamiento ni la tercera PCR. Desde este lunes, si el viajero se vacunó en Europa, también se libra del confinamiento. Pero hay una tercera categoría que es ámbar plus, en la que se ha incorporado a Francia, que obliga siempre, vacunados o no, al confinamiento.

Los problemas para el turismo son tres: el primero, que quienes se tienen que encerrar en sus casas no viajan porque eso es insoportable laboralmente; segundo, las variaciones constantes de las normas que convierten todo esto en un galimatías y, tercero, los costes en pruebas PCRs, siempre más caras que los propios billetes de avión.

El sector del transporte británico no aguanta más esta inestabilidad. Y la tensión con Francia se ha disparado porque aplicar estas restricciones a este país no tiene motivación. Para más lío, el ministro de Exteriores, Dominique Raab, dijo que el problema es que en la isla de Reunión había muchos casos de la variante sudafricana, lo cual ha provocado burlas de todo tipo.

Todo el mundo da por hecho que la limitación a los viajeros procedentes de Francia va a decaer, pero también todo el mundo afirma que España y Grecia pasarán a la categoría ámbar plus, o sea con confinamiento obligatorio.

Las últimas informaciones dicen lo siguiente: primero, que no hay una decisión tomada; segundo, que si esa decisión se adoptara hoy mismo, España se encontraría tal vez en la lista roja, porque hay mucha preocupación por el número de casos. Sin embargo, el gobierno parece estar buscando cualquier mejoría en las cifras españolas (y griegas, también) para justificar no endurecer las condiciones. La oposición laborista, por ejemplo, ha mostrado su inquietud  porque la apertura a las entradas pudiera permitir la expansión de una variante del virus, ahora que el país parece empezar a controlar la epidemia. 

El ‘lobby’ del transporte espera definitivamente que este jueves se decida la apertura, tal como hace una semana se decidió acabar con todas las medidas que restringían los viajes.