En septiembre de 2017, a escasas semanas del histórico referéndum ilegal del 1 de octubre, la Generalitat de Cataluña presentaba un informe en el que defendía la necesidad de ampliar el aeropuerto de El Prat, acusando directamente a Aena de entorpecer el crecimiento del hub catalán (Acuerdo total para ampliar el aeropuerto de Barcelona).
Junts pel Sí y Esquerra Republicana (ERC) exigían entonces una inversión millonaria que situase al aeropuerto catalán a la altura de Barajas, poniendo así fin al supuesto agravio que se estaba cometiendo en España.
Cuatro años después, Aena hará realidad sus sueños. Con una inversión aproximada de 1.700 millones de euros, procederá a la creación de una tercera pista, además de construir una terminal satélite para descongestionar el aeropuerto una vez se deje atrás la pandemia.
Sin embargo, a diferencia de lo ocurrido en el pasado, parte del independentismo se ha alzado contra el proyecto, mostrando públicamente serias dudas, además de advertencias y protestas. Incluso hay convocada una manifestación para el 19 de septiembre a la que la CUP ya ha confirmado asistencia.
Mientras que el presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, se ha mostrado cauto a la hora de pronunciarse sobre el proyecto, su antecesor, Quim Torra, ha sido claro al respecto: “Después del Covid creía que nunca más tomaríamos una decisión que pudiera ir contra el medio ambiente, contra la naturaleza y la tierra, que es el legado para nuestros hijos. Me equivocaba”.
En lo que respecta a la izquierda, la oposición es total. La portavoz de Catalunya en Comú en el Congreso, Aina Vidal, ha expresado a través de Twitter: “Dicen que aman el territorio, pero lo trituran con la anacrónica política del pelotazo. Dicen que trabajan por una democracia más transparente, pero pactan a hurtadillas y con 'agosticidad'. Ganan los de siempre y perdemos la mayoría. NO a la ampliación del Prat".
En términos similares se ha expresado la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, quien ha pedido al presidente de la Generalitat que “rectifique” y no asuma los postulados de Aena.
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¿Una tercera pista? Que yo sepa hay tres pistas en BCN
No se construirá una tercera pista, sinó que se alargará 200 o 500 metros una de las ya existentes.
El PSC es de izquierdas y no se opone. Lo del Sr. Torra ni lo considero relevante. Que el Estado pacte con Cataluña es su mayor preocupación, porque el desentendimiento y la confrontación es lo que da votos al independentismo. Podemos aprovecha el tirón para, en nombre de la sostenibilidad, ganar aún más adeptos. La Ministra Rodríguez ya dejó claro que habrá que cumplir con las normas medioambientales, pero obviamente, tiran de hemeroteca y hablan del proyecto que propuso Aena, que afectaba al delta. Ningún radicalismo es bueno, el de la izquierda tampoco.
Lo que da votos al independentismo es haber traspasado las competencias en Educación, Seguridad....
Que el PSC es de izquierdas … de boquilla.
El resto, se suscribe a la totalidad.
Hay que repetir muy alto el concepto para que los muy cafeteros lo entiendan: hay que dialogar y pactar, hacerse el D. Tancredo indolente guardando en el baúl de los recuerdos las peticiones -unas razonables, otras non, cómo los pimientos del gallego- del gobierno legítimo de Cataluña cuando tú representación territorial es marginal como cuando cero tiende a infinito … es dar alas y semillero de votos al independentismo.
Esto tiene solución y por la mitad de dinero.
1. Modernizar la T2
2. Sacarle más provecho a la T2
3. Dejar de cambiar la configuración de pistas a las 23:00
4. Entrenar a los controladores para que sean más eficientes
el prat no necesita otra pista, al igual que barajas con la T4
El aeropuerto de Barcelona tiene un elefante en la habitación: no puede operar en configuración sur cuando necesita por las protestas (y resoluciones judiciales) de la tropa que se fue a vivir a un chaletito junto al mar (y bajo el circuito de espera de El Prat) en la urbanización Gavá Mar.
Así que hay alternativas... o destrozamos el humedal de La Ricarda para añadir metros de pista en configuración norte, o les decimos a los que se fueron a vivir bajo los aviones de un aeropuerto que ajo y agua.