Francia: el turismo interior salva el año

Francia no tiene turismo de sol y playa como el que masivamente recibe Turquía, Grecia o España. Eso significa que tiene más turismo urbano y el vacacional se parece más al turismo interior español. ¿Cómo ha ido este verano? A partir de un estudio hecho con el uso de la telefonía móvil que es absolutamente exacto, ha permitido establecer varias conclusiones, todas imaginables:

El verano ha sido mucho mejor que el de 2020, pero mucho peor todavía que el de 2019.

Segundo, la masiva presencia de franceses no logra reducir el impacto de la desaparición casi total de extranjeros.

Sin embargo, hay noticias positivas: los franceses no han reducido su presupuesto ni la duración de su estancia. Incluso parece que estas se han estirado. Muchas regiones señalan que la implementación del pase de salud en julio (obligatorio en Francia) provocó una desaceleración en la asistencia a los sitios de visitas cubiertos y generó un poco de animosidad por parte de los clientes. El clima de este verano también ha provocado una desaceleración en la asistencia a los lugares de interés turístico al aire libre y las actividades deportivas y de ocio.

Casi 9 de cada 10 viajes de franceses se realizaron dentro del país. en Francia. La costa siguió siendo popular (casi 4 de cada 10 estancias), seguida del campo (30 por ciento de las estancias). Los espacios urbanos, muy rechazados el año pasado, han recuperado un poco de atractivo (el 19 por ciento de las estancias frente al 18 del año pasado), con un aumento de la asistencia en París en particular.

El número de turistas extranjeros sigue muy por debajo del nivel tradicional. Los británicos son los grandes ausentes y los italianos parecen estar en declive. Los belgas y los holandeses están en auge, igual que los suizos y los alemanes.

Y lo que más se nota en las cuentas de resultados: los mercados lejanos siguen ausentes, incluso pese a que los estadounidenses han regresado tímidamente, particularmente a Provenza-Alpes-Costa Azul.