Boeing vuelve a acaparar el foco mediático por un hecho totalmente contrario a sus intereses. El fabricante ha abierto una investigación por la aparición de dos botellas de tequila vacías en un futuro Air Force One.
Se trata de uno de los jumbos 747 que están siendo modificados para servir al presidente de Estados Unidos, Joe Biden. Aunque no se trata de un contrato excesivamente relevante en cuestión de ingresos, sí lo es para mejorar la maltrecha reputación de Boeing.
Por este motivo, lo que menos necesitaba es que los medios de comunicación se hiciesen eco de este suceso. Según informa The Wall Street Journal, el fabricante está tratando de descubrir qué hacían las dos botellas dentro de la aeronave cuando está totalmente prohibido consumir bebidas alcohólicas dentro de sus instalaciones.
La CNN revela que Boeing se ha limitado a decir que “es un asunto vinculado al personal y por razones contractuales no podemos hacer más comentarios”.
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