La decisión de British Airways de abandonar los vuelos de corto radio desde el aeropuerto de Londres Gatwick abre la que puede ser una guerra entre las compañías aéreas low-cost europeas, de la que la beneficiaria podría ser Vueling (British Airways ni crea su ‘low cost’ ni sigue en Gatwick).
Gatwick es el aeropuerto inglés del turismo por excelencia. Lo fue siempre, aunque nunca en exclusiva. Es el aeropuerto en el que históricamente operaban los vuelos de corto radio de British Airways y, sobre todo, el principal aeropuerto de EasyJet, la aerolínea que cubre todo el Mediterráneo a la perfección. Ryanair prácticamente no opera desde este aeropuerto, salvo unos pocos vuelos y los enlaces con Irlanda, harina de otro costal.
Hay en disputa otra aerolínea: la húngara WizzAir, que está teniendo un crecimiento fulgurante y que tiene una estructura de costes similar a la de Ryanair y no a la de Easyjet. WizzAir tiene un problema para crecer en Londres: opera desde Luton, aeropuerto cuya capacidad está muy limitada. Le sirvió para volar a los países del Este, desde donde ha construido su base de negocio, pero no podrá atender al Mediterráneo desde esa base. La propia WizzAir dijo en su momento que le gustaría marcharse del todo o parcialmente a Gatwick.
Pero en Gatwick no hay slots, o espacios para volar. Gatwick está virtualmente saturado en tiempos normales. De manera que aquí aparece la operación: British Airways se marcha y deja un hueco apetitoso para muchas aerolíneas. Sin ir más lejos, incluso durante la pandemia, Air China, AirBaltic e Icelandair presentaron solicitudes para operar allí. Es probable que Norse, la nueva aerolínea que pretende imitar el largo radio de Norwegian, quiera operar desde Gatwick, con lo que la batalla está servida.
British Airways dispone hoy del 16 por ciento de los slots en el aeropuerto, sobre unos 116 destinados al corto radio y el resto, que mantendrá, dedicados al largo radio. Las opciones para British Airways son varias: la primera, vender los slots en abril, cuando es el momento, y hacer caja; siempre hay aspirantes, tanto Easyjet (que ya tiene el 40 por ciento de todos los slots del aeropuerto) WizzAir y, por supuesto, aerolíneas de otros países.
Pero existe otra posibilidad: Vueling. La low-cost española tiene tres patas operativas: España, donde tiene su mayor operativa, Italia y Francia. Pero existe otro mercado de importancia que es Inglaterra, donde su presencia es marginal. Con su fuerte presencia en Italia, Francia y España, la red podría absorber perfectamente a Gran Bretaña, compitiendo con EasyJet que, en definitiva, tiene unos precios más en la línea de Vueling que no tan agresivos como los de WizzAir o de Ryanair.
La decisión se conocerá antes del verano del 2022.
Blanco y en botella = Leche
British ya no monta los cost + EasyJet está en venta + IAG se interesa en comprar EASYJET = LECHE
IAG compra EASYJET y ya tiene los vuelos LÖW cota en el grupo desde LGW.
Dejar de robar fotos
EasyJet puede quedarse con los slots que dejará vacantes BA para sacarse aún más la competencia de encima, a no ser que la propuesta de Vueling sea realmente tentadora
EasyJet?? Pero esa no está en venta? Yo creo que se la queda o IAG o Wizz Air
haber ilustraos vueling pertenece a iag y la ba tambien asi que los slots de la vea si los deja losncogera vueling para seguir creeciendo
Vueling no tiene huevos a poner mas aviones en aeropuertos españoles que tienen mercado asegurado cómo Malaga, Alicante etc… mucho menos van a tener huevos para poner aviones en Londres. Vueling no se puede permitir perder su “hub” de Barcelona porque es la unica low cost europea que tiene eso y no van a arriesgar sus slots de BCN por una aventura por tierras galas.
Tierras galss???
“Haber ilustraos”?
Que llames con ironía “ilustraos” a los demás cuando no sabes escribir llama bastante la atención. A ver, ilustrado, si el lumbreras aquí vas a ser tú
pobres ingleses
porbres ingleses
Hora de conquistar la Pérfida Albión.
Con la mierda de servicio que da Vueling, que los british sigan disfrutando de su Brexit. (Véase su total abandono y falta de respuesta a los pasajeros de vuelos cancelados o "reprogramados" a un mes después en los últimos meses). Compañía a evitar