Reino Unido podría verse obligado a dar marcha atrás en su plan de desescalada exprés, mediante el cual ha pasado en cuestión de semanas de mantener unas duras restricciones al levantamiento casi total de las mismas (Despegue del turismo británico con el virus desbocado).
Los técnicos del Ministerio de Salud han empezado a presionar al Gobierno de Boris Johnson para que active un plan B de cara a un invierno que se presenta complicado. Con una incidencia acumulada a 14 días superior a los 800 casos por cada 100.000 habitantes y una variante más contagiosa (Delta Plus), el país podría tener que dar este paso, siempre y cuando no haya un cambio de tendencia.
Según informa Travelmole, hasta ahora, el primer ministro se ha negado públicamente a considerar la posibilidad de reimponer restricciones. El principal motivo es el coste económico que acarrearían. Se calcula que oscilaría entre 11.000 y 18.000 millones de libras si se mantuviesen hasta marzo de 2022.
Sin embargo, en las últimas semanas, con un incremento vertiginoso de los contagios y el ritmo de vacunación estancado, se ha intensificado la presión. El Partido Laborista se acaba de unir al grupo creciente de expertos en salud que reclaman la vuelta de determinadas medidas para atajar esta nueva ola.
Se centran, principalmente, en el uso obligatorio de las mascarillas, la utilización del certificado Covid para acceder a ciertos lugares y la vuelta del teletrabajo. De momento no se ha planteado la imposición de restricciones a los viajes, los cuales se han abierto hace escasas semanas (La ‘lista roja’ del Reino Unido se reduce a la mínima expresión).
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El día de la marmota ……
Delta Plus....
Bueno igual con las mascarillas en transporte público y zonas cerrados habría sido un acierto
Ya están aquiiií... Dudo que os queden alguna neurona.
No hay problema, aquí los recibimos con los brazos abiertos, fiesta, cerveza barata, sol (más o menos) y sin restriciones, ni respeto a las que hay. Welcome british
Luego pasa lo que pasa, ergo Benidorm.