El primer día de sesión bursátil en 2022 ha visto cómo los inversores parecen creer que el virus está despidiéndose de nosotros y que, en consecuencia, el turismo podrá recuperar la normalidad en un tiempo razonable.
Si ven lo que está pasando hoy en Sudáfrica, donde apareció Omicron, comprobarán que tienen razón: el país ahora no tiene casi enfermos, los hospitales están normal y la vida ha regresado a la rutina diaria, aparentemente para seguir así.
La Bolsa, en consecuencia, apostó ayer por IAG, que subió un 5,5 por ciento; por Melià, que subió casi un 4 por ciento o NH, que superó mínimamente este porcentaje, mientras que el conjunto de los indicadores sólo variaron medio punto arriba.
Los inversores, como es sabido, juegan a futuro. El valor de las acciones hoy refleja lo que el mercado cree que sucederá en dos o tres meses. Incluso con las incertidumbres tremendas que llevamos viviendo desde hace ya dos años, ahora los indicios de que podríamos estar saliendo de este túnel son serios.
Expedia, que conoce el negocio perfectamente, advirtió de que este verano que viene puede ser uno de los mejores de la historia del turismo. Recordemos, para explicar esta afirmación, que los europeos han venido cobrando sus nóminas casi normalmente durante estos dos años sin apenas haber tenido oportunidad de gastarlas, especialmente en viajes y ocio. Un buen momento, pues, para que el anuncio de Expedia se convierta en verosímil.
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