En 2015, un terrorista armado irrumpió en la playa de Sousse, en Túnez, disparando a diestra y siniestra. Después se dirigió al hotel Riu, contiguo, y continuó con su matanza. El saldo fue de 38 víctimas mortales, en su mayoría británicos, en su mayoría clientes de Tui alojados en el citado hotel.
Desde entonces Tui y el bufete de abogados Irwin Mitchel han estado negociando una indemnización, siguiendo los procedimientos legales del país. Las alternativas son complejas pero, sobre todo, costosas.
Finalmente, este lunes Tui confirmó que llegó a un acuerdo con el bufete que representa a 80 deudos de las víctimas. Según el acuerdo, el grupo turístico pagará una cantidad no especificada “sin admisión de responsabilidad o culpa” alguna.
La acción de las familias de las víctimas acusaba a Tui en dos sentidos: por un lado, porque la seguridad del hotel Riu Imperial Marhaba no fue suficiente ni reaccionó acorde con las exigencias y, en segundo lugar, porque Tui no habría informado adecuadamente a los viajeros sobre los riesgos que tenía desplazarse a Túnez en aquellos momentos.
Las dos partes, acusadores y grupo turístico, temen ir a un juicio por un tema así porque las dos pueden ganar y las dos pueden perder. No está claro qué se podía haber hecho para evitar la masacre, pero tampoco está claro hasta dónde debió Tui de informar a sus clientes sobre los riesgos. El acuerdo económico elimina acciones futuras, limita el importe del impacto económico en el grupo y satisface a las víctimas. El acuerdo, según el turoperador “reconoce las circunstancias absolutamente excepcionales del caso” y destaca que Tui “siempre ha expresado su más sentido pésame a las familias y amigos de quienes se vieron envueltos en el atentado terrorista de ese día”.
Quien debía de pagar es la organización terrorista que perpetró el ataque. TUI es otra víctima.