Azuline Hotels se ha visto obligada a acogerse a un concurso de acreedores con motivo de la aún ralentizada actividad turística por la pandemia. Así lo ha presentado en el Juzgado de lo Mercantil de Palma de Mallorca.
La cadena hotelera balear, que dispone de una docena de establecimientos repartidos en Mallorca e Ibiza, lo realiza de manera "voluntaria", con el objetivo de "presentar propuestas viables y fiables a nuestros acreedores y proteger el presente y futuro de empleados, partners y proveedores".
Estos son "pilares que nos han acompañado, ayudado y permitido conseguir un crecimiento continuado durante más de 25 años, tan sólo interrumpido por la excepcional y terrible circunstancia que ha azotado a todo nuestro sector durante estos dos años de pandemia mundial, causa eficiente de nuestra situación concursal".
"Encaramos esta esperanzadora temporada de verano 2022 que estamos proyectando, con la inestimable ayuda de nuestros empleados, partners y proveedores", concluyen desde el grupo.
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