En unos preocupantes tiempos de periodismo de guerra, una reportera de televisión decidió jugarse la vida para informar sobre las tristes imágenes del irrecuperable gigante AN-225 ‘Mriya’ ucraniano. Este fue destruido tras el bombardeo del aeropuerto de Hostomel.
Mientras la periodista se adentra en el interior de la base para informar de los hechos, llama la atención los escalofriantes estruendos que se escuchan en las inmediaciones del lugar, lo que advierte de la peligrosidad de la situación.
Quieren quebrar el servicio de transporte de este avión, capaz de llevarse en su vientre hasta vagones del metro. Una lástima, una tragedia a parte de la emergencia humanitaria. El hombre construye, y destruye. !Qué pereza!