Los grandes emisores españoles están manteniendo una dura e inédita batalla por eliminar a sus competidores, y vienen pidiendo como nunca a sus proveedores hoteleros que les firmen exclusivas para vetar a sus rivales, a cambio de generosas concesiones.
Las principales agencias del país acumulan dos años con un descenso de ventas superior al 70 por ciento respecto a los volúmenes de 2019, en cierta parte por el hundimiento del segmento corporativo que suponía cerca de la mitad de su facturación, y ante ello están adoptando una postura agresiva en el vacacional.
Las fusiones que han protagonizado a los grandes emisores del país y la competencia de proyectos más jóvenes está conduciendo a una fuerte pugna por garantizarse productos que sus rivales no pueda comercializar, como una de las vías para reforzar su valor ante el cliente final.
Los hoteleros que atestiguan esta situación aprecian beneficios ante las ventajosas condiciones que les ofrecen a cambio de aumentar su dependencia de un único cliente para el mercado español, pero al mismo tiempo se sienten más seguros ante el auge de la venta directa desde sus webs los dos pasados años.
Las formas tan agresivas de los emisores contra sus competidores sí que están sorprendiendo a los hoteleros puesto que nunca fue habitual de esa manera tan contundente, pero aprecian que existen proyectos con una carga de estructura de costes y de deuda que tendrán difícil resurgir ante el auge también del online.
Entonces no estaba tan mal la cosa..... o es que ya quieren morir matando? No se entiende en estos tiempos, sólo los consolidados financieramente van a sobrevivir