Este sábado ha sido un día para olvidar en el aeropuerto de Schiphol, en Ámsterdam, uno de los cinco más importantes del continente. La mayor parte de los pasajeros no olvidarán el caos que se generó, que llegó al punto de que el propio aeropuerto pidiera a los clientes que no se acercaran a la terminal.
Para que se hagan una idea, 63 vuelos fueron cancelados y una cifra desorbitada sufrieron retrasos. La razón fue una huelga del personal de tierra de KLM, la aerolínea que domina la terminal.
El aeropuerto no se limitó a pedirle a los viajeros de KLM que no fueran a la terminal sino a todos, porque el caos terminó por afectar a todo el mundo.
El desastre también afectó directamente a Delta y a Air France, cuya plantilla no estaba en huelga, pero que emplean al personal de KLM para el handling de las maletas.
Dentro de las terminales, las escenas eran desesperantes, no sólo por las cancelaciones sino por la confusión generada.
Más tarde durante el día, los trabajadores y la aerolínea parecen haber llegado a un acuerdo, con lo que se esperaba que este domingo comience la normalización del servicio.
Si claro así marcan el no show
Mientras tanto en España nos torean
Por eso KLM es lo q es y las compañías españolas son lo q son