El alza de los precios por la inflación no pasa desapercibido para Meliá Hotels International. A lo largo de los últimos meses, la hotelera española ha fijado incrementos en sus tarifas para proteger sus márgenes, según informa El Economista. (La mayor cadena vacacional acelera su estrategia más largoplacista)
En términos generales, se habla de que, en Semana Santa, fueron un 18% más caras que antes de la pandemia, acentuándose especialmente en destinos como Canarias y Baleares, donde crecen un 44% y un 33%, respectivamente. En las costas peninsulares, la variación esta siendo de en torno a un 20%.
Sin embargo, el aumento también va ligado a una mejora de los servicios en los establecimientos a lo largo de la pandemia. "No estamos comparando peras con peras", apunta su consejero delegado, Gabriel Escarrer, porque "hemos aprovechado estos dos años para remodelar muchos establecimientos, y para hacer una apuesta por el segmento del lujo y por los canales propios". (Meliá: el segmento vacacional será clave para un buen 2022)
En este contexto, espera poder compensar la inflación gracias a ello y a su fuerte apuesta por la venta directa, lo que les permite evitar los gastos asociados a los intermediarios. "Otras compañías con mayor peso de intermediación quizás tengan muchas más dificultades".
Expone que "con el turoperador la tarifa se fijó hace un año y seguro que no se vislumbraba esta demanda ni la inflación, por lo que cualquier cosa negociada hace un año probablemente hoy no responda a la realidad y todos estos costes van a tener una incidencia muy importante".
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