Los aeropuertos internacionales se han convertido en templos del subempleo. La popularización de los vuelos ha conducido a que la competencia feroz entre los proveedores de servicios haya bajado los salarios que ofrecen, convirtiendo las terminales aéreas en lugares al nivel de McDonald's, Amazon o Deliveroo.
Vean un ejemplo de lo que sucede: una de las grandes aerolíneas low cost empleaba hace diez años su plantilla propia para el handling en las terminales. Eso es complicado porque los trabajadores pueden organizar protestas, por lo que es mejor subcontratar. Entonces optó por una de las grandes empresas de servicios que está en todos los aeropuertos del mundo. No es que esta empresa tenga fama de pagar bien, pero al parecer un competidor le explicó a esta aerolínea que estaba pagando demasiado, por lo que rompió el contrato y buscó otro proveedor aún más económico. Esta semana, después de dos o tres años, acaba de cambiar por tercera vez de proveedor. Obviamente, sólo hay un motivo para estos cambios: el ahorro.
Claro que esa cadena de ahorros en un servicio que tiene bien poco de conocimiento y mucho de mano de obra, sólo pueden conseguirse con recortes salariales, con más presión sobre los trabajadores.
De manera que cuando un viajero llega a un aeropuerto, los que le atienden no tienen el más mínimo interés en el trabajo que están haciendo, saben perfectamente que mañana pueden ser despedidos sin la menor contemplación, que el salario mínimo que perciben está a su alcance en casi cualquier otro lugar al que accedan y, por lo tanto, lo último que harán es preocuparse por el cliente. Si a él le han dicho que ponga la maleta ahí, no va a molestarse en mirar que la maleta se ha abierto. Nadie le ha dicho que ponga de su parte, porque al empleador le importa una higa que el trabajador sea indolente.
Esta es la degradación que tenemos hoy en todos los aeropuertos del mundo, en todas las aerolíneas, incluso también en las que son más caras, con alguna muy rara excepción.
No, no es un problema ni fácil de resolver, ni sencillo de abordar. Estamos ante una actividad degradada, escandalosamente competitiva, que es muy difícil de devolver a la situación de hace veinticinco años porque, sobre todo, nadie quiere pagar más por ello.
Cierto. Añadir que los salarios son tan bajos y la precariedad es tan alta que muchos trabajadores acaban su turno en una compañía de handling y empatan con otras el mismo día. Es decir, que se pasan muchas horas al día en el aeropuerto. Descansan mal y comen mal. No lo ven como un trabajo, sino como el último recurso para llegar a fin de mes. Y sin embargo, se necesitan profesionales para evitar errores que luego se pagan muy caros.
Discrepo, es muy fácil de resolver, stop a la subcontratación infinita. Si una aerolínea te cobra o no por tu maleta debería ser quien se encargara de ella. Para los economistas gurús de lo pasado e inútiles de lo que vendrá, NO siempre se puede optimizar ni subcontratar. Siempre van en contra de los que trabajan, siempre, y tenemos muchos ejemplos de cómo subcontratar hasta el infinito no trae optimización. Véase las residencias de nuestros mayores, los comedores escolares, los aeropuertos, los limpiadores, y un sin fin de etc.
Entiendo por que se produce esta situación, hasta ahí llego. Lo que no comprendo es, como personas inteligentes, formadas, algunos con dos carreras, profesionales de prestigio, empresarios con mucho dinero y lo que es mas, con capacidad de endeudarse, son incapaces de resolver este problema. Hay una frase muy antigua y trasnochada que dice: el cliente siempre tiene razón, el cliente es lo primero. La experiencia nos ha demostrado que al que hay que tratar bien es al empleado. Contratos con la categoría del cargo que desempeña, salario de acuerdo a su valía y esfuerzo, pago de las horas extras si las hubiese. respeto a sus horas de descanso y a su persona y, alguna que me dejo. Y si a alguien no le da la cuenta haciendo las cosas bien, que cierre y se dedique a otra cosa, entre otras a trabajar.
Dar, donde más duele,,, no cobrar ni sobrepeso, ni piezas de equipaje extra,,, etc.... Todo gratis y sonrisa al pasajero.
Claro que al enemigo lo tienes a lado,,, con compañeros lameculos y serviles.
a) En España hay un operador con 46 aeropuertos y 17 comunidades autónomas, diputaciones y ayuntamientos, políticos intentando llenar "SU AEROPUERTO" a base de subvencionar ilegalmente a compañías para que "SUS VOTANTES" vuelen por 10€, y los grandes números de AENA brillen más que el Sol.
b) El Estado instauró el sistema de LICENCIAS DE HANDLING A TERCEROS en cada aeropuerto y al mismo tiempo lo vació de contenido (tirando los sueldos y los contratos al suelo) autorizando AUTOHANDLINGS (sobre todo a las low cost) como setas.
c) Nula actividad de INSPECCIONES DE TRABAJO sancionando la realización de HORAS EXTRAS PROHIBIDAS a los trabajadores a tiempo parcial ni de AENA verificando que los tiempos de descanso se cumplan, ni de los SINDICATOS denunciándolo todo (porque el grado de afiliación en tierra es muy bajo comparado con vuelo y sobre todo está en los "patas negras", que ya lo tienen todo resuelto, en espera de una prejubilación)
d) ¿CONSECUENCIAS? Contratos de hasta 4 horas /semana (¡¡!!) en autoasistencias y pronto en las LICENCIAS. Nula progresión de contratos porque es mejor pagar unas pocas horas extras (cuando se pagan) y tener al trabajador obligado todo el año a su realización.
Trabajar en un aeropuerto se precarizado A PROPÓSITO desde la Administración buscando abaratarle los costes de handling a las compañías aéreas y por ende, los salariales a las compañías de handling. AENA, POLÍTICOS y SINDICATOS ¡CULPABLES!
Ese es el problema en todas las empresas, incluída la administración, que lo ñunico que importa es el coste, y que como bien explica el comentario, acaba en la degradaación laboral y salarial de los trabajadores, Así, a quién demonio le importa su trabajo, a nadie, es un medio para subsistir en el sentido más básico del término, en lo que vale la ley del mínimo esfuerzo, en mi opinión con razón, si el trabajador es un cero a la izquierda, a la empresa que le den, en cuanto pueda se irá a otro sitio y si todo el tinglado se viene abajo, no es problema del trabajador, y eso vale en toda la cadena. Y claro está, el consumidor final, que ni le va, ni le viene, en este caso los pasajeros, lo que quiere son buenos precios, cuanto más bajo mejor, sin ponerse a pensar que esos precios bajos lo son por arte de magia, si no que son consecuencia de, como ya he dicho, de la degradación de otros. Y si no nos ponemos a pensar un poco, al final, casi todo el mundo acabará en unas condiciones así, y entonces se acabará el chollo del bajo coste, porque todos seremos trabajadores tan low cost, que ni siquiera podremos pagar el low cost, porque ya no seremos compradores de LC siendo High Salary Workers-
Decían en la URSS, "mientras ellos fingen que nos pagan, nosotros fingimos que trabajamos".
Pues ese es el capitalismo moderno. Fingir que pagas a gente que finge que trabaja, para prestar servicios a clientes que fingen que pagan porque en sus propios trabajos de mierda también fingen pagarles.
Y en ninguno de los comentarios, hasta el momento de escribir este, hablan de la parte social. Estos llegan a acuerdos exclusivos para sus representantes que, a costa de sus compañeros, llenan sus bolsillos.
Nada nuevo bajo el sol salvo que la patronal ha conseguido lo que quería yendo de la mano con algunos gobiernos... Trabajadores domesticados que pierden el culo cuando su compañero sindicalista le ofrece un contrato fijo.