Me alojé hace unos días en el hotel de una conocida cadena. Al llegar, procedente de la vecina estación de trenes, y tras acceder al hall, busqué, sin éxito, la recepción. Un poco a mi derecha había una pequeña mesa redonda, de una única pata, de esas que hay en los bares para comer de pie, en la que había un chico sentado en un taburete muy alto, trabajando con un ordenador portátil. Me pareció que debía de ser un cliente con una urgencia, pero tal vez podría decirme dónde era la recepción.
Me contestó "yo mismo". ¿Yo mismo? La recepción era una mesita de apenas sesenta centímetros de diámetro, con un portátil como el que tenemos cualquiera de nosotros. Curioso. Pero como era tarde, no me le presté mucha atención.
Hasta la mañana siguiente. Entonces había una chica, pero todo era más caótico. Yo le tenía que pedir un bono para ir al desayuno y entonces, como la mesa no tiene cajones, tuvo que abrir un bolso y buscar. Después llegó alguien para pagar y, tras un rato hurgando, la chica sacó una máquina para cobrar con tarjeta. Y así todo el tiempo. ¡Qué desastrosas condiciones de trabajo!
Esto es lo que algún responsable de "la experiencia", de una agencia de marketing, ha creído necesario para que el hotel trasmita la imagen de 'amigable'. Los clientes, siguiendo esta idea, debemos de apreciar que en el hotel no haya mostradores, ni distancias, porque el empleado demuestra que es humano. Algo de razón tienen porque el empleado termina por demostrar cuánto sufre para aguantar aquel calvario. Porque debe de ser una tortura tener que trabajar trepado a una butaca de barra de bar, sobre una mesa minúscula, en un ordenador con una pantalla insuficiente, sin un teléfono, sin un cajón para poner sus cosas.
Supongo que esto hará que la gente termine por darle propinas al pobre recepcionista, ante el sufrimiento indisimulable de su trabajo. Pero poco más. Porque yo, por lo menos, sólo sentí pena de la situación. Y desprecio por esos genios del diseño a quienes sólo les pediría que únicamente propongan formas de trabajo a las que ellos previamente se hayan sometido durante ese año y hayan sobrevivido.
Creer que el cliente es idiota y va a valorar la estupidez de que el recepcionista parezca alguien que pasaba por ahí a las once de la noche en un hotel es otra de las perversiones del marketing moderno. En algún punto deberían parar con tanta bobada.
Opinión acertada y considerada.
Ya lo decía Einstein, “existen dos conceptos infinitos: la estupidez humana y el universo; y no estoy seguro de lo segundo”
Es lo que ocurre cuando alguién se pone a diseñar cosas que no ha vivido, teoría versus experiencia. Eso ocurre en el sector de la hostelería y en casi todos. Zapatero a tus zapatos, pero vivimos en el país de las mil maravillas, donde todos son abogados, arquitectos, médicos, psicólogos .... Todos sabemos de todo ... que pena, que ridículo.
Opinión de alguien que no ha trabajado en la recepción...
Que te pongan una butaca en una recepción es el sueño de cualquier recepcionista que tradicionalmente tiene que pasar 8 horas de pie
Hace unos años en Tokio, en un hotel inaugurado unos pocos meses antes, en la recepción había unas enormes pantallas, donde hacias el check in, el check out, confirmabas el desayuno, en su caso pagabas,todo absolutamente automatizado. Eso si, había una recpeción humana que actuaba de soporte en caso de necesidad o por ejemplo para guardar el equipaje. Y por cierto, eso que relata el comentarista lo hace una entidad bancaria, donde el bancario te atiende de pie en una mesa de esas con un portátil, donde la oficina bancaria más que eso, parece una sala de espera de un aeropuerto, así que nada nuevo, tal vez por ahí va al tendencia con tal de ahorrarse costes.
La entidad bancaria en cuestion consiguio que a una queja clara en Linkeding le siguieran mas de 4mil recomendaciones y multiples comentarios que dejaban muy claro que habia pasado no solo a ser considerada LA PEOR sino que todos tenian muy claro que habia que abandonarla.
ESTO DE QUE LAS EMPRESAS CREZCAN Y PUEDAN METER A TODO TONTO A PARASITAR EN PLAN BUROCRATA-PUBLICO ACABA EN LO QUE ACABA
Que tipo de personajes creen que el cliente es idiota y valora la estupidez e impone a su personal condiciones indignas e insoportables de trabajo?
Seguro que tienen nombre y que todos los que les conocen saben que de profesionales no tienen nada y de parasitos enchufados, inutiles y amorales lo tienen TODO
Si a estos personajes no les despiden muy pronto los personajes despedirán a los profesionales para evitar amenazas y broncas y la empresa en cuestion acabara abandonada por sus clientes. EL CANCER SOLO PUEDE SER EXTIRPADO.
Señores, lo que pasa que los nuevos profesionales y auge de redes sociales mal usadas estan saluebdo de las universidades con.los cerebros lesionados.