En busca de nuevas soluciones para salir a flote tras la pandemia, Naviera Armas ha encomendado su futuro a la empresa estadounidense, FTI Consulting. La consultora asumirá la gestión financiera de la compañía y estudiará diferentes vías para reestructurar la tesorería en plena crisis inflacionista. (Naviera Armas recurre a un banco americano ante el “no” de la SEPI)
Según cuenta Expansión, la naviera vive en una profunda crisis desde el inicio de la pandemia, agravada tras el fallecimiento de su presidente, Antonio Armas, y la marcha de su CEO, Fernando Val. Es por eso que debe decidir si ubican a un representante de FTI al frente del consejo de administración. (Naviera Armas reestructura su deuda y reorganiza su cúpula directiva)
La agencia Moody’s ya realizó una primera intentona para sacar a la compañía del atolladero, pero no salió adelante ante una posible falta de información para realizar un seguimiento. Ahora, todo apunta a que se verá obligada a refinanciar su pasivo para reforzar su estructura financiera y que sea sostenible en los próximos años.
Un proceso que ya se realizó hace apenas un año, cuando fondos como Barings, Bain, Cheyne y JPMorgan, capitalizaron en torno a 250 millones de euros de deuda. Esto permitió prolongar el vencimiento de otros 376 millones de euros hasta marzo de 2026, pero la operación fue impugnada por Acciona, que ha llevado el asunto a los tribunales.
La empresa de gestión de infraestructuras reclama a Naviera Armas cerca de 50 millones por la venta de Trasmediterránea. Además, insiste en que no tenía la posibilidad de acogerse a la extensión forzosa del plan a las minorías disidentes dentro de acreedores de la misma tipología.
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