Sucedió en el vuelo chárter que transportaba a la expedición sevillista (plantilla, técnicos, directivos y aficionados) desde Dortmund al aeropuerto hispalense tras el partido de vuelta de la Champions League (1-1) y después de una visita de Sampaoli al baño.
Cuando el inquieto técnico regresaba a su asiento vio que una auxiliar se interponía en su camino con el carrito de las bebidas. Ni corto ni perezoso, se encaramó al reposabrazos y esquivó a la azafata, en un regate a lo Pelé. La TCP se quedó atónita.
Jorge Sampaoli vive en permanente estado de intensidad fuera y dentro del campo y la TCP driblada puede dar fe de ello. El entrenador argentino es puro (y duro) nervio.
“Nunca me había pasado esto”, comentó la azafata (con años de experiencia) a los pasajeros que contemplaron la escena. El míster del Sevilla es atípico, como todos los personajes peculiares, y no es normal que esas cosas sucedan a bordo de un avión. Si con este singular entrenador, rockero, kirchnerista y nada mal visto en los vestuarios
Qué grande, mister!!!
Será lo que sea, pero si es kirchnerista le falta un hervor.