Wizz Air ha mejorado notablemente sus resultados financieros en el último cuatrimestre de su ejercicio, de manera que acaba el semestre más importante del año con pérdidas de 384,3 millones de euros contra la proyección de 452 millones previamente esperada (Wizz Air, acosada, empieza a pagar las indemnizaciones).
Jozsef Varadi, el máximo ejecutivo, comentó que la razón de estos resultados está en el precio de las “commodities”, lo que significa que el combustible estaba caro y Wizz Air no tenía asegurado su precio.
Además, la aerolínea ha tenido otros factores que la han afectado: sus principales rutas están en el este de Europa, convulsionado por la guerra de Ucrania. De hecho, tenía bases en la propia Kiev. Incluso tiene aún hoy tres aviones parados en Lvov (Leópolis), porque sólo consiguió llevarse uno de ellos.
Pese a todo, en el último trimestre, julio, agosto y septiembre, consiguió bajar sus pérdidas. El consejero delegado dice que los 2.193 millones facturados en el verano son una gran mejora respecto a los 880 del año anterior.
Varadi destaca que la compañía estaba en condiciones de recuperarse durante los siguientes ejercicios. No obstante, es muy potente el contraste de sus resultados con los 1.700 millones de beneficios de Ryanair e incluso con las pérdidas de 150 millones de Easyjet.
Wizz Air mantiene su compromiso de compra de 75 aviones A321neo a precios ventajosos. La compañía, afirma, no está teniendo problema alguno en financiar sus pérdidas.
Varadi añade que la situación está mejorando en la medida en que los costes están ahora mejor controlados y los resultados operativos están mejorando.
Hay que ver la cantidad de vuelos que han cancelado en los últimos meses, para gozo, por otro lado, de Ryanair, que al quitarse competencia, se ha subido a la parra en cuanto a precios.