Carmen Riu, propietaria de la cadena vacacional más rentable del mundo y una reconocida defensora de sus trabajadores, ha escrito una carta al alcalde de Palma de Mallorca, José Hila, porque considera de “una vergüenza y un clasismo” que no es propio “de un socialista” que haya bautizado como "de las Kellys" a un parque recién inaugurado en la Playa de Palma, optando por el nombre de las "sabrosas galletas", que por ello supone "rebajarlas", en lugar de referirse a ellas como "camareras de piso" o como "limpiadoras".
"Carta al Kego Hila", comienza la inusual misiva de la CEO de Riu, mostrando su alegría porque se dedique un parque a este colectivo, pero manifestando que "no puedo entender es que se utilice la palabra “Kelly” para designar a las Señoras que Limpian. Me parece una falta de respeto e incluso desde mi punto de vista roza la ofensa".
"Quisiera saber Sr. Alcalde si cuando se refiere a un doctor en medicina si lo llama “Kecu” (que cura) o quizás a un abogado el “Keli” (que litigia) o cuando se presenta a usted mismo en lugar de referir que es Alcalde se alude como un “Kego” (que gobierna)", expone Carmen Riu.
La hotelera aliada a Tui asegura que "cuando algo me enfurece suelo dejar pasar unos días hasta enfrentarme otra vez con ello. Pero en este caso no he querido esperar, llevo años que cada vez que oigo la palabra “queli” referirse a las Señoras de Limpieza y no a nuestras sabrosas galletas, me encoleriza".
Durante la inauguración del parque, José Hila había afirmado que solo "a partir de hoy formáis parte de Palma", ya que "es la forma en la que la ciudad os homenajea", sobre un colectivo que tiene una de sus agrupaciones denominada Unión Kellys Baleares, y cuya presidenta, Sara del Mar García, ha replicado que "nos parece una chorrada que Carmen Riu critique el nombre de nuestro parque", pues “para nosotras quiere decir mujeres guerreras”, evocando a que la palabra kelly remite a otra de origen irlandés que significa guerra.
El Turismo viene afrontando una creciente politización ante la cercanía de los comicios de mayo, y en el sector suben quienes en todos los estamentos se vienen sintiendo utilizados por los gobernantes para sacar rédito electoral a su costa.
Toda la razón. Blanquear un neologismo clasista no debería formar parte de la acción política de ningún partido. Que lo haga el PSIB es, además, una traición de clase.