“Hace escasos dos años estuve a punto de perderlo todo y ahora he vuelto con más fuerza e ilusión como presidente ejecutivo de Room Mate de la mano de dos grandes y profesionales socios. Estoy donde quiero estar y estoy feliz, estoy en casa. Como el fénix, he resurgido de las cenizas” (El ambicioso plan de Kike Sarasola con Room Mate: “Ahora toca crecer”).
El presidente ejecutivo y fundador de Room Mate Group, Kike Sarasola, muestra en un artículo publicado en su cuenta de LinkedIn su ilusión con el nuevo proyecto que emprende de la mano de Angelo Gordon y Westmont Hospitality Group, nuevos propietarios de la cadena. “Ahora solo nos queda crecer mucho y muy rápido gracias a los nuevos socios”, resalta (Kike Sarasola, libre de culpa en la quiebra de Room Mate).
Pese a la situación vivida, con una pandemia que llevó a Room Mate al concurso de acreedores, destaca que “estos años me han enseñado mucho y como siempre en la vida, el deporte ha sido mi gran aliado y, sin duda, me ha dado grandes lecciones”. “La que me llevo después de estos dos años y siempre recordaré es que el fracaso sea probablemente la mejor escuela de la vida. Y es que se aprende más de los errores que de los éxitos. Y siempre hay que levantarse. Hasta Rafa Nadal tiene que empezar desde cero en Wimbledon a pesar de haber ganado Roland Garros”, sostiene.
En esta línea, lamenta que en España “existe la tendencia de burlarse de los que fracasan, de menospreciarles, pero, al igual que solo falla un penalti el que lo tira, solo fracasa el que lo intenta”. “Todos deberíamos sentirnos orgullosos de nuestras caídas. Todos fracasamos en algún momento (¿sabíais que Thomas Edison falló en 1000 experimentos y en el 1001 inventó la bombilla?). Todos perdemos, sentimos miedo y tenemos dudas, eso es intrínseco en el ser humano. No obstante, eso es lo que nos hace más fuertes, lo que nos hace crecer, evolucionar, y, sobre todo, ser mejores”, prosigue.
Para Sarasola, “este pensamiento se ve muy bien en Estados Unidos, donde son muchos los que emprenden proyectos, se caen y se levantan”, y “nadie les critica por sus errores”. “Empecemos a usar la palabra fracaso de manera positiva. Fracaso como sinónimo de intentarlo, de luchar, de renacer y de creer”, remarca.
Me parece genial pensar en que de errores se aprende,y que nunca es tarde para volver a empezar,pero siempre va de influencia y de dinero,suerte
Ánimo a todos los que emprenden y lo intentan.
Hablar de fracar en plena expansion con todo el dinero expuesto en nuevas aperturas y reformas de hoteles y que te venga una pandemia... Asi.. Y algo que pocos pensabamos que estas cosas podian pasar.. Es muy duro.. Yo desconozco el funcionamiento de esta industria de hoteles del. Mundo del ospedaje o de las Vacaciones.. Solo puedo opinar que como marca y estilo es una nueva forma de hacerlo y otras formulas para dar nuevas sensaciones o gustos.. y eso Kike Sarasola creo que lucha cada dia... Yo diria que en este pais por sistema nos alegramos de los fracasos de la gente... Y vamos a hacer mas herida... Y criticamos tambien mucho a los que triunfan... Que nos pasa... Por que somos asi..???..
Enhorabuena Kike, en un país dominado por la envidia y el odio hacia la creación de riqueza (ajena), eres un ejemplo a seguir. Felicidades.
Un ejemplo ? 🤣🤣🤣 este es un jeta y un incompetente y tu un pelota sin más talento 🤣🤣
Un ejemplo de cómo no tiene que ser un empresario: acumulando deudas y no teniendo beneficios ni en los años de bonanza económica.
un ejemplo que pasa cuando no profesionales quieren ser hoteleros.
Maria.. Totalmente de acuerdo con tu comentario.. Y.. Como dice De Traca.. Ánimo a todos los que emprenden y lo intentan... Jugandose su dinero.. Asi que fuerza y exitos a todos.. Un Saludo.
QUE DIGA LA VERDAD. En primer lugar ya estuvo al borde de la quiebra por no pagar a hacienda en 2008 cuando Rosalía Mera rescató la firma convirtiéndose en socia y aportando un pastizal. Aún así años después se vio envuelto en otra polémica al salir a la luz las transferencias clandestinas de dinero hacia Room Mate hechas por Jose Leyte, administrador de la fortuna de la hija de Rosalia Mera, Sandra Ortega(Rosalia ya muriera) suplantando la firma de la misma. Para entonces y ya antes de la pandemia tenian otra deuda gigantesca. Dice que hay que gestionar el fracaso pero el ya tuvo 2 oportunidades y muchos empresarios no tienen ni la primera. Muchas apariencias con su flamante marido y reportajes en television pero todo un espejismo y un estilo de vida deudor de sus acreedores.