Boeing acaba 2022 con unas pérdidas de 5.000 millones

Hace tres semanas que acabó otro año aciago para el que fuera (y ya no es) mayor fabricante de aviones del mundo. Boeing perdió de nuevo 5.000 millones de dólares, un récord impresionante.

Sin embargo, este último trimestre, de septiembre a diciembre incluido, por fin logró tener cash flow positivo, que significa que entró más dinero del que salió, aunque eso no baste para enmendar el desastre que viene arrastrando (Airbus y Boeing se reparten la mayor compra de aviones de la historia).

Siendo el total muy negativo, las cosas han mejorado. Boeing Commercial Airplanes, la división de aviones civiles, vendió 25.800 millones en el año, un 33 por ciento más que en el anterior. Volvió a perder dinero (2.300 millones), pero por lo menos aumentaron las ventas. También, las pérdidas en esta rama del negocio cayeron desde los 6.400 millones de 2021. El cambio de tendencia, por supuesto, tiene que ver con la reanudación de las entregas del 737Max y del 787.

Otro mundo es el militar. El departamento de equipamientos de Defensa y Espacio perdió 3.500 millones, mientras había ganado el año anterior.

Y, finalmente, Global Services, que es el área encargada de mantenimiento, ganó 2.700 millones. No obstante, depende de los aviones vendidos en el pasado y es ajena a los problemas actuales.

En todo caso, es muy probable que en 2023 desaparezcan las pérdidas porque la fabricación del 737Max se ha estabilizado en los 31 mensuales y que para finales de este año se espera llegar a los 5 787 por mes. Sin embargo, sigue pendiente el 777X, del que esta semana se celebran tres años de su vuelo inaugural, pero que sigue con problemas para conseguir la certificación.

En 2022, Boeing entregó 480 aviones contra los 661 de Airbus (Airbus desborda a Boeing en órdenes y entregas).