La reapertura de Japón al turismo ha sido más tardía que en Europa y la entrada masiva de viajeros, por la política de Covid cero de China, fue más lenta. Sin embargo, ahora, finalmente, todo se ha disparado y los hoteles y restaurantes ya están nuevamente como antes de la pandemia (Japón abre sus puertas pero no intente viajar).
Tan importante está siendo la recuperación que los economistas prevén que una parte sustancial del crecimiento del país repose en el turismo, al menos durante un tiempo.
Los turistas tienen un atractivo adicional para visitar el país del sol naciente: el yen ha perdido valor, lo que convierte las vacaciones en más baratas.
Japón no esperaba una recuperación tan intensa. Por un lado, ha habido una retracción de los chinos, con diferencia el primer emisor de la región, y, después, los propios japoneses han demostrado tener 'guardadas' muchas ganas de volver a viajar. Tanto el turismo como el comercio, especialmente de bienes de mucho valor, se han disparado. Japón, durante la pandemia, había vivido una parálisis más notable que otros países, por un sentido de la cautela que está aún más acentuado que en otros países, lo que explica la situación actual.
Este fuerte aumento del gasto está aumentando la inflación, que está llegando al cuatro por ciento anual, menos que en Europa, pero desorbitada para un país en el que la inflación negativa fue normal durante muchos años.
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