Las agencias de viajes siguen ajenas al golpe de la inflación y se acercan cada vez más a las cifras de empleo previas a la crisis del Covid-19. En enero, mes tradicionalmente negativo en materia laboral, el número de afiliados ha experimentado un ligero incremento (Agencias: crecimiento imparable desde el fin de Ómicron).
En concreto, minoristas y turoperadores han pasado de los 59.429 ocupados de diciembre a 59.595, tendencia que contrasta con la destrucción de empleo observada en los meses de enero de las dos últimas décadas.
Pero la recuperación del sector no solo se deja ver en este último mes. En el periodo comprendido entre agosto y enero el número de afiliados tan solo ha caído en 933, pasando de 60.528 a los mencionados 59.595. Lo normal en estos meses, es decir, en temporada baja, es que se destruyan entre 5.000 y 6.000 empleos.
Pese a la clara recuperación del negocio, todavía falta tiempo para llegar a las cifras de empleo previas a la pandemia. En enero de 2020, justo antes del estallido de la crisis sanitaria, el número de afiliados ascendía a 63.487, 3.892 más que en la actualidad. No obstante, cada mes que pasa se acortan las diferencias.
En enero de 2022, cuando Ómicron asestó el último golpe a la industria del turismo, minoristas y turoperadores tenían en plantilla a un total de 54.204 personas, 5.391 menos que en el mismo mes del presente ejercicio.
Si todo marcha según lo previsto, en febrero o marzo debería arrancar una etapa marcada por la creación de empleo que se suele prolongar hasta la recta final del verano.
Despidos no, pero compañeras que cogen la puerta y se van... unas cuantas cada semana. Lo de retener el talento en el sector no lo llevamos muy bien.