Francia tiene una batalla contra Airbnb y sus colegas que alquilan pisos online. Esa guerra es especialmente intensa en el País Vasco francés, de donde es el diputado Iñaki Echaniz, que ha presentado un proyecto de ley en la Asamblea francesa destinado a "luchar contra la especulación del alquiler y promover el acceso a la vivienda". Traducido: una ley anti Airbnb, porque le cambia el régimen fiscal –con un aumento que sube al 29 por ciento el tipo a aplicar– y limita las pernoctaciones anuales de los 120 días de ahora a apenas 60. (Francia legisla para poner freno a Airbnb)
El defensor del proyecto dice que estos pisos han aumentado un 130 por ciento en su región y que causan un gran daño en el mercado de la vivienda. (Airbnb le cuenta a Francia lo que paga en impuestos)
Los propietarios de pisos, agrupados una asociación nacional, como era de temer, han respondido y dicen que "hay que atacar a los especuladores, no a los pequeños propietarios".
Los propietarios dicen que ese tipo fiscal propuesto no ayudará a que emerja la oferta sino más bien a lo contrario, a esconder estos negocios. El portavoz de los propietarios ve detrás de esta ley la mano de la industria hotelera que presiona para dificultar los alquileres de corta duración.
Acusa al proyecto de ley de populista porque, dice, estas viviendas son complementarias de la oferta hotelera.
La idea de limitar a 60 días anuales el máximo que se pueda alquilar online tampoco es entendida. "No veo cómo el cambio a 60 días puede alentar a los propietarios a convertir los alquileres de temporada en arrendamientos anuales", dice. Los propietarios defienden que los pequeños no sean atacados y piden medidas justas y proporcionadas. "Es demasiado fácil convertir los alquileres turísticos en chivos expiatorios (del problema de la vivienda).
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