Club Med, la famosa cadena de hoteles de entretenimiento francesa, es la joya de la corona de las compras turísticas del grupo chino HNA, que tiene varios fallos sonados. Por poco también se hunde, porque el coronavirus le afectó seriamente. Pero acaba de desvelar las cifras de 2022 y se puede decir que la crisis quedó atrás, con unos beneficios de casi 100 millones de euros, con una facturación normalizada en los 1.700 millones (El Club Med, en el aire por la crisis de Fosun, su propietario).
Los beneficios habrían sido considerablemente mayores si el grupo no hubiera aprovechado para cancelar casi 200 millones de deuda, lo que supone un paso clave en la dirección correcta.
El número de clientes, como ha sucedido en todo el mundo vacacional, se disparó un 88 por ciento, con 1.3 millones.
Lo más interesante para el grupo chino que preside Henri Giscard d’Estaing, descendiente del presidente francés de igual apellido, es que 2023 promete ser incluso mejor, con un volumen de negocio que ha crecido en reservas en un 23 por ciento para la segunda mitad de este año y que será del 36 para los primeros seis meses.
El único punto aún pendiente en la normalización de Club Med es China, precisamente, donde la apertura y la normalización llevan retraso en relación con Europa y Estados Unidos.
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