Inicialmente hubo una aerolínea, que sigue existiendo, que trabajó un hub en Reikiavik, Islandia. Es la estatal Icelandair: recoge pasajeros a un lado del Atlántico, los lleva a su aeropuerto base y los distribuye en la otra mitad (Icelandair compra 25 A321XLR para reemplazar a los B757).
Después vino Wow y repitió el mismo método de trabajo. Y se hundió. Aparentemente hubo serios errores de gestión, porque sus empleados, al cerrar Wow –sigue como carguera—han abierto Play.
¿Y qué es Play? Una pequeña aerolínea que recoge pasajeros en Europa, los lleva a Reikiavik (al aeropuerto de Keflavic) y allí los embarca para Estados Unidos.
Ahora está en un momento mal, pero sus cuentas, pese a ello, han ido muy bien. El director general, Birgir Jónsson, dijo que las cosas van bien porque los resultados en invierno no han sido muy malos, prometiendo un verano de ganancias. “El primer trimestre ha sido conforme a nuestras expectativas”. No, no ha ganado dinero, pero ha tenido un cash flow positivo, lo que es la antesala de los beneficios.
La compañía, como sus rivales y antecesoras es muy pequeña, pero muy interesante como modelo comercial.
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