Los viajeros que lleguen a Estados Unidos procedentes de Dublín pasarán sin ser controlados ni de pasaportes, ni de aduanas, ni de cuestiones fitosanitarias. De una vez. Esto, dependiendo de la hora de llegada al país puede ser extremadamente agradable.
Sin embargo, todo esto hay que pasarlo en Dublín, donde el aeropuerto va a ampliar las dependencias para que las autoridades de aduanas, fronteras y agricultura de Estados Unidos puedan chequear a los pasajeros a la partida, para evitar hacerlo a la llegada.
El responsable del aeropuerto de Dublín, la DAA, ha pedido autorización para cambiar el edificio en el que actualmente se llevan a cabo estos controles. En 2023, nada menos que 1,7 millones de pasajeros con destino a Estados Unidos pasaron el control en Irlanda, ahorrándose el problema a la llegada y haciendo de este aeropuerto un hub muy conveniente.
Irlanda también dispone de dependencias así en Shannon, al oeste del país, en donde algún vuelo procedente de Gran Bretaña solía detenerse para que los pasajeros pasen el control y no lo hagan en la llegada al otro lado del Atlántico.
En Estados Unidos, esos pasajeros entran por el área de vuelos domésticos, con lo que no tienen controles ni colas. Sólo tienen que coger sus maletas y marcharse.
Las nuevas dependencias que Dublín quiere construir pretenden incrementar la ventaja competitiva de este aeropuerto como hub europeo, del cual se beneficia fundamentalmente Aer Lingus, dado que Ryanair no cruza el Atlántico.
Dublín, con ese volumen de viajeros a Estados Unidos precontrolados, necesita ampliar las dependencias para que el atasco que se evita a la llegada no se produzca en la salida.
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