El mejor gestor, la mejor aerolínea y las peores pérdidas nunca vistas

A veces todo va mal y nadie sabe por qué. El caso es que la última aerolínea que David Neeleman ha puesto en marcha está siendo un fracaso impresionante, insuperable, único (Breeze lanza vuelos transcontinentales con el A220).

David Neeleman es uno de los mejores gestores aeronáuticos de la historia. En su haber está haber puesto JetBlue en el mercado, o Azul en Brasil, o WestJet en Canadá. Lo que toca lo convierte en oro, aunque recientemente su aventura en TAP de Portugal no fue tan bien.

Ahora ha montado en Estados Unidos una nueva aerolínea que de alguna manera sigue los pasos de Volotea: está pensada para volar entre destinos con poca oferta, en aviones pequeños. El modelo encaja muy bien. La aerolínea se llama Breeze. Y su flota está compuesta por los mejores aviones del mercado: el Airbus 220, que consume poco pero que ofrece un confort inigualable.

Ben Schlappig, de One Time at a Time, hizo un análisis de los resultados económicos de Breeze. Todo el mundo sabe que va mal, pero le puso números al desastre. Y ciertamente, las cosas no pueden ser más caóticas: Breeze opera desde 2021 y desde entonces no ha ganado un dólar. O peor, ha perdido más de 175 millones. Siempre que se pone en marcha una aerolínea se pierde dinero, pero es que esta en concreto parece ir a peor, no a mejor. En su primer trimestre de operaciones perdió 21 millones y en el último, 48. En medio hay pérdidas para todos los gustos. De cada cien dólares que ingresó en el último periodo, gastó más de 160.

Hay que reconocer en medio de este proyecto del tremendo impacto del Covid y los cambios en los modos de desplazarse de los ciudadanos. Pero aún así, es complicado entender cómo el modelo sigue yendo a peor. Breeze ha sido muy poco estable en su oferta, cambiando sus rutas rápidamente cuando veía que no funcionaban. Igualmente, a diferencia de Volotea, por ejemplo, tiene muchas bases y rutas muy dispersas cuando, en general, las aerolíneas que empiezan trabajan en profundidad pocos mercados porque darse a conocer no es fácil. Breeze tiene pocas rutas en muchos mercados, con unos costes elevados en su introducción.

Los analistas temen que se esté acercando el momento de ver qué va a pasar con la compañía porque este ritmo de pérdidas, que no está yendo a menos, es insostenible. Sería el primer gran fracaso de Neeleman, un genio que también se puede equivocar.