Las imágenes difundidas por el Daily Mail en las cuales se veía cómo era la guerra de hamacas entre los huéspedes de un hotel de la Costa del Sol, han hecho reaccionar al establecimiento en cuestión (Tras Benidorm toca la Costa del Sol: Inglaterra se mofa de lo que ocurre en España).
El Estival Torrequebrada, ubicado en Benalmádena, ha implementado un sistema de multas para evitar que sus clientes hagan acopio de tumbonas colocando toallas o pertenencias personales.
Según informa el citado medio británico, que está dedicando especial atención a cuestiones de esta índole en España, ha comenzado a advertir a los clientes que al cabo 45 minutos desocupadas, las hamacas serán liberadas.
Paralelamente, ha adoptado otra medida consistente en permitir el acceso a la zona de piscina a las familias por grupos, evitando las peleas y disputas por hacerse con un sitio a primera hora de la mañana. La dirección del establecimiento confía en que ambas acciones sirvan para reducir la tensión que genera la guerra de las tumbonas.
Lo que va a ser muy difícil de cambiar, es la manera de pensar y de actuar de los turistas, vengan de donde sea, es muy llamativo que personas aparentemente cultas, se dejen llevar por tonterías como las tumbonas en los hoteles y las sombrillas en las playas.
Al final, en lugar de descansar, vuelven más estresados.
Ni los niños hacen tantas tonterías, en los hoteles en los que he estado ni he tocado las piscinas llenas de mirones y por donde no puedes ni pasar, las tumbonas se tendrían que ubicar en zonas apartadas para descanso después del baño y dejar despejada la zona de las piscinas para los bañistas.
Mucho me parece 45 minutos, para darse un baño en la piscina y volver a la hamaca no es necesario más de 15-20 minutos