Una visión ciertamente pesimista del futuro turístico español sugiere que el cambio climático podría hacer que el flujo de visitantes desde Alemania y Gran Bretaña, nuestro tesoro más preciado, pudiera desviarse (Los dos grandes emisores de turistas a España echan el freno).
Sobre el papel, esto es posible: las temperaturas del verano son cada vez más insoportables, de modo que cabe la posibilidad de que los turistas pudieran pensar que mejor escogen otros destinos.
Sin embargo, hay dos argumentos para rebatir este pronóstico.
En primer lugar, que el turismo en el Mediterráneo está hoy muy profundamente arraigado en las costumbres de los residentes en la Europa central y nórdica. Nada permite pensar hoy que esté ocurriendo algo en este sentido, aunque no se puede descartar para el futuro. De hecho, nunca antes los turistas manifestaron quejas por las temperaturas, siempre muy superiores a las que ellos conocen de sus países.
En segundo lugar, si esto llegara a ocurrir, es evidente que la primavera y el otoño se convertirían en lo que antes llamábamos verano y, probablemente, el invierno podría ser algo así como la antigua primavera u otoño. Es decir que se abrirían al turismo otros momentos del año que hasta ahora no estaban tan demandados. Los nórdicos, a diferencia de los españoles, no veranean estrictamente en agosto –julio, si se quiere—sino que tienen la costumbre de extender sus vacaciones al menos durante siete meses que, en el futuro, podrían ampliarse.
Esto, naturalmente, no quiere decir que esta nueva realidad no merezca una valoración desde el punto de vista ambiental, pero yo tengo la impresión de que aún hoy priman las razones comerciales y económicas antes que lo ambiental, por más que todo el mundo se declare ecologista.
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Mi opinión, es que al final el número total global de turistas puede acabar subiendo aunque junio, julio, septiembre y sobre todo agosto verán caer cifras un pelín. Es decir, que esto va a parar el que se produzcan incrementos en las plazas turísticas y hará que el número máximo de personas sobre Mallorca en un momento dado no crezca por encima de los actuales máximos. Lo cual no es malo, al menos la actual sensación de saturación no irá a peor, incluso puede que acabe por esta y otras consecuencias aflojando un poco.
Pero, ... por el contrario con mejor climatología los beneficiados serán los meses de abril, mayo, octubre y noviembre. Es decir habrá muchos hoteles y establecimientos que podrán estar abiertos uno o dos meses más al año. Por lo que de un modo más repartido a lo largo del año, puede que haya más tutristas por año sumando todos los meses, pero ya ningún mes con las cifras de record disparadas habituales ahora.
Los fijos discontinuos van a tener que estar trabajando más meses al año, y los trabajos de temporada estivales puntuales van a pasar a ser trabajos más estables...
la verdad es que si así fuera, todo pasaría a ser más racional y más razonable y llevadero; hay que poner tope a los records actuales de los meses punta estivales.
Yo creo que un hotelero entre tener un hotel 4 o 5 meses al año abierto con una ocupación muy alta, a tenerlo abierto 7 u 9 meses al año con una ocupación media muy razonable de elevada seguramente vea que de media consigue más pernoctaciones y mayor rentabilidad.
O ... el alquiler vacacional que si gana más meses con clientes mejora beneficios.
Eso sí hay que tener en cuanta que menos gente en las puntas record actuales estivales, pero una suma al final del año de más gente, no deja de ser un crecimiento, no en plazas hoteleras o turísticas (que ya no da a lugar), que provoca más consumo total por año de agua, energía, etc. ...
La tan cacareada desestacionalización creo tiene ahora realmente su momento.
Todo esto que se habla del cambio climático le beneficia, y ... para regiones como Baleares que llevan picando piedra mucho tiempo en la desestacionalización es el momento de sacar ventaja sobre muchísimos destinos que no han trabajado esa faceta.
Es tan sencillo como ver en lo q se ha convertido Venezuela o el mismo Paris para saber lo q va a pasar en España