La hoy presidenta del Congreso de los Diputados, Francina Armengol, tomó el pelo de forma descarada a una representación selecta de hoteleros mallorquines poco antes de ser elegida por primera vez máxima autoridad de Baleares. No juró, pero sí prometió que con ella como presidenta no se aplicaría de nuevo la ecotasa, tal como había sucedido con su compañero de partido Francesc Antich nada más llegar a la presidencia de las Islas.
Armengol, escarmentada de la reacción de los miembros del sector turístico ante el impuesto fijado por su mentor Antich—acabaría costándole el puesto— llamó al hotelero más apreciado y carismático de Baleares para calmar las aguas de la familia turística. Hábilmente, la líder socialista tocó en la puerta del glamuroso empresario, nacido en su mismo pueblo, Inca, y, lo que es más importante, respetado por sus colegas y por la casi totalidad de la familia turística balear.
La sonriente política mallorquina, hay risitas que acuchillan, no contactó con los dirigentes de la Federación Hotelera y la Agrupación de Cadenas porque ella era consciente de que en ambas asociaciones encontraría más rechazo que en un selecto grupo de hoteleros con mucha ascendencia sobre los miembros del sector turístico de las Islas. Y en el despacho del empresario de larga melena blanca manifestó solemnemente que la tasa turística no se implantaría con ella de presidenta.
Francina Armengol se lo aseguró a su paisano inquiero y a otros notables de alto y medio vuelo en la primavera de 2015 y sentados a manteles. Los hoteleros creyeron una vez más en la palabra de un político y una vez más fueron engañados, como antes había hecho con compañeros tan coherentes como, entre otros socialdemócratas de reconocido prestigio, el ex alcalde de Palma Ramon Aguiló, y como años más tarde haría, en un tirabuzón de engatusamiento, con el mismísimo Pedro Sánchez, al que no apoyó en las primarias: se decantó por Patxi López. Hoy los tres, Francina, Pedro y Patxi, se ríen juntos en el Congreso. Y el Sector, sin PERTE y con doble ración de ecotasa.
Durante años he oído lo bueno que es el seny mallorquín en Globalia. Sindicalistas y directivos, de risitas, susurros, amenazas veladas, cobardías, traiciones a compañeros. Todo disfrazado de cortesía, buen hacer, diplomacia, educación. Somos conciliadores. Los Borgia
Un socialista que no mienta y engañe es, directamente, un oxímoron.
Tú, a parla
En fin, si vamos a tirar de demagogia, Rajao también prometió NO subir impuestos pero a la primera de cambio … hasta las Loterías desde premios superiores a 2.500 eur, con la promesa verbal de rescindir el impuesto una vez superada la Crisis que fue la excusa aportada.
A día de hoy, se mantiene, porqué cualquier Gobierno -sea autonómico o Nnal- tiene una necesidad imperiosa de “recaudar” a toda coste de dónde sea y cómo sea.
Luego de promesas e incumplimientos, Gracias, estamos servidos hasta la exasperación.
Sólo cambió de opinión :-)))
Pagar 2 euros por noche pernoctada no debería de ser un impedimento para que quien quiera venir a Mallorca lo haga. Si lo es, ese cliente no es necesario que venga y por mucho motivos. El primero que me viene a la cabeza es que no estará muy dispuesto a gastar.
El "empresario de pelo blanco" dirige una empresa con una política claramente ligada a la sostenibilidad. Estar en contra de un impuesto destinado al desarrollo sostenible del sector turístico en la región es ir en contra de sus propios principios organizativos. O, al menos, de los de sus herederas.
Sí al impuesto turístico, por supuesto. Eso si, con unos fines bien gestionados.
La ecotasa, es, justa y no disminuye la demanda
Sobre todo si se lo fuman en festivales y paguitas.
Por eso le llaman Falsina.
Y para cuando la Ecotasa para los Airbnb???
Si hay tasas que sean o para todos o para ninguno.