Qantas es la primera aerolínea australiana. Y su director general, Alan Joyce, es muy amigo del primer ministro, Anthony Albanese, con quien se ha dejado ver en varias ocasiones. Los escándalos que hoy se están ventilando en todos los medios son dos: por un lado, un engaño a los consumidores y, por otro, un favor del Gobierno, al no permitir que Qatar Airways aumentara los vuelos y, con ello, la competencia (Qantas, de Australia, ‘regala’ más de 6.000 euros a cada empleado).
El primer asunto es espectacular: una comisión del Senado ha destapado que Qantas, sabedora de que no iba a volar ciertas rutas, estuvo vendiendo billetes para ocho mil vuelos que nunca se harían. Encima, el anuncio de la cancelación se hizo lo más tarde posible, para conseguir que los viajeros tuvieran que pagar más caros los vuelos alternativos. Las autoridades consideran ahora imponer una multa de 250 millones de dólares por estos engaños.
El segundo asunto, igualmente indignante, es que el Gobierno de Albanese ha rechazado el pedido de Qatar Airways para operar 29 rutas adicionales a ciudades como Sídney, Melbourne o Brisbane. Esta prohibición supone una ayuda fenomenal para que Qantas pueda mantener los precios elevados que cobra por sus vuelos al resto del mundo.
Todo esto se está ventilando en el Senado, y tiene un enorme eco mediático, lo que pone en solfa el final del mandato de Joyce, cuyos bonus están siendo públicamente cuestionados en todos los medios.
Imaginemos algo similar por nuestros lares. Tremending el varapalo informativo y repetitivo del Sector sobre los vicios de lo público.
Menos mal que aquí ya la liamos parda con un pico en Australia y un Picodemonte en Waterloo.
Parace ser que en Australia se dedican a informar no como Espanya que informan de un piquito para no informar de lo de verdad importa............