El hotelero malagueño Rafael Luque intervino días pasados en un foro turístico que cada año organiza El Confidencial en la capital de la Costa del Sol. Luque, quien está al frente del hotel Villa Flamenca, en Nerja, acudió como representante de la patronal hotelera, Aehcos. Otro Luque, Pepe, preside la Asociación costasoleña, pero no tiene vínculo con la familia propietaria de Hoteles El Fuerte.
La intervención del Luque de Nerja llamó la atención por su sinceridad rotunda, sin complejos, en una mesa con larguísimo, rimbombante y cansino título sobre sostenibilidad. Sin cortarse un pelo, Rafael Luque manifestó que ahora mismo “la sostenibilidad no es un asunto prioritario para las empresas hoteleras”. Las cejas de algunos asistentes se alzaron aún más que las de Carlo Ancelotti.
En un momento en el que todo el mundo turístico y en especial el hotelero no para de hablar acerca de la necesidad de hacer más sostenibles las empresas alojativas, las manifestaciones del representante de Aehcos resultan impactantes. Para Rafael Luque lo prioritario, según dijo, es afrontar la situación económica de unos hoteles que se han visto muy dañados por la crisis del Covid.
Se ignora si Luque hablaba a título particular, si sus compañeros de la patronal opinan lo mismo o si discrepan de este asunto que copa la actualidad. No hay día y momento en el que las grandes cadenas, de Meliá a Iberostar pasando por Riu y Barceló, no resalten su apuesta por lo sostenible. También lo hacen las federaciones y asociaciones hoteleras, aunque, eso sí, con la boca pequeña.
Porque muchos hoteleros individuales e incluso medianos (de Calella al Rompido, del Cantábrico al Puerto de la Cruz) aún no han afrontado el reto de la reconversión sostenible por variados motivos: desmotivación, coste y otros conceptos. Los fondos de inversión, sin embargo, son muy estrictos con este tema, al punto de tener muy en cuenta, de forma básica, casi ineludible, la apuesta de los propietarios por el medio ambiente. Con unos a favor y otros en contra, hay debate.
No tendria que ir a tu hotel ni el tato Rafalito
lo sostenible es tener las cuentas saneadas y pagar las nomina. aumentar calidad, invertir y aumentar precio.
El cliente ni valora ni paga por la sostenibilidad del destino ni del producto.
A ver si nos enteramos y nos dejamos de demagogias.
Las empresas deben dedicarse a otras cosas, las administraciones que regulen las externalidades.
todos los que defienden esas políticas , se estan comprando las teles fabricadas en china, ropa de 6€ en primark hecha en vietnam por niños, van en coche al trabajo y mas cosas. La rentabilidad de la sostenibilidad es cuestionable.
eso si, un medio degradado hace insostenible el negocio turístico. Pero tal vez son mas sostenibles económicamente medidas reparadoras o regenerativas, que las preventivas.
La circularidad es una utopía mientras en china , rusia, o usa, pase lo que pasa.
La sostenibilidad es un negocio inmenso. Impuestos por todos los lados para seguir enriqueciendo a los poderosos y empobreciendo a clase media y baja.
Rafael…. No te arrimes a la pared que te vas a llenar de cal
Las sostenibilidad, es un concepto inventado por asesorías en medio ambiente, empresae fabicantes de paneles solares , vehículos eléctricos, empresas eléctricas y políticos
Las pequeñas y medianas empresas tienen muy complicado rentabilidad Las inversiones en equipos "sostenibles" que a los 4 años están obsoletos.
Las empresas turísticas deben ocuparse de favorecer un entorno sano y limpio, si no no hay turismo de calidad
Pero en 35 años que llevo vendido y creando viajes , ningún viajero me preguntó por si el hotel o destino era ecológicamente sostenibilidad o los kg de Co2 que emite el avión.
Preguntan si es seguro, si esta en un entorno natural , la limpieza,calidad de la comida pero sobre si tiene o no placas solares... nada
Por lo menos hay que agradecerle que diga lo que piensan muchos y no se atreven a decirlo por aquello de ser políticamente correcto. A este sector y a otros muchos lo que les interesa que el negocio siga dando pingües beneficios cuanto más tiempo mejor y al menor coste posible, en todos los sentidos. Lo demás es hacer demagogia barata al estilo de las aerolíneas. Otra cosa es que eso sea viable, con el caso de España, en muchos sitios turísticos abarrotados de gente, con un enorme consumo, por ejemplo de agua, que no disponemos hoy por hoy, en absurdos campos de golf que son una máquina de gastar agua cuando están en sitios con muy poca lluvia y donde casi no va ha haber agua para el consumo humano y así un largo etcétera, Pero sigamos pensando solo en nuestro bolsillo (el de los hoteleros y otros empresarios de ese y otros sectores) que ya veremos si es sostenible o no.