El pasado viernes 15 de septiembre, Marina d´Or anunció por sorpresa el cierre repentino de sus hoteles tras dar por finalizada la temporada de verano. El complejo vacacional canceló todas las reservas previstas para el tercer trimestre del año y se comprometió a devolver el importe a los afectados. (Marina d´Or echa el cierre y cancela miles de reservas)
No obstante, las asociaciones de consumidores explican que su actuación no tiene que quedarse ahí. La OCU expone que debe proceder al reembolso de cualquier gasto asociado a servicios adicionales, como puede ser por ejemplo el transporte.
En este sentido, insta a los clientes a “guardar los comprobantes de todo tipo de reservas y pagos relacionados con la estancia prevista en el complejo, así como de los servicios adicionales y que puedan servir para formalizar la reclamación”.
En el caso de que se reclamen y no se vean satisfechos, la entidad pone a su disposición sus recursos para tomar las medidas que consideren pertinentes. “Esta política de cierre genera perjuicios a los consumidores de manera injustificada y anima a reclamar por los gastos asociados como puede ser el transporte”, apunta.
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