La falta de recambios pasa factura a la aviación rusa

La aviación rusa se divide en dos tipos de aviones: los puramente occidentales, más fiables, pero sin acceso legal a repuestos, y la fabricada en el país, que normalmente tiene muchos componentes importados del extranjero. Todos los aviones, pues, necesitarían acceso a los mercados, pese que con imaginación Rusia está consiguiendo algunas piezas de contrabando (Rusia compra un centenar de los 500 aviones ‘robados’ a Occidente).

Sin embargo, ya se registran fallos que podrían deberse a esta situación: un Sukhoi Superjet 100-95B de fabricación rusa estuvo involucrado en dos incidentes este 13 de octubre. El primero tuvo lugar durante un vuelo de San Petersburgo a Murmansk, y el segundo ocurrió horas después. En ambas ocasiones, los miembros de la tripulación informaron de problemas con la mecanización de las alas del avión, según varios medios locales. Antes, Telegram había informado que el mismo avión realizó un aterrizaje de emergencia en Samara después de que sus alerones se atascaran. No hubo informes de heridos en los incidentes.

Incluso antes, el 1 de octubre, el mismo avión tuvo problemas de mecanización de alas al aterrizar en San Petersburgo tras llegar en vuelo procedente de Apatity.

Antes, en agosto, cientos de pasajeros rusos con destino a la ciudad de Ekaterimburgo quedaron varados en Antalya, Turquía, después de que una aerolínea rusa perdiera repentinamente dos de sus tres aviones Boeing 777 debido a problemas técnicos. Si bien no se sabe si estos problemas están directamente relacionados con las sanciones occidentales, Rossiya Airlines, filial de Aeroflot, había dicho que le preocupaba que solo el 40 por ciento de su flota Superjet 100 estuviera activa en 2023 debido a la falta de repuestos (Rusia burla el veto occidental: así logra repuestos de Boeing y Airbus).

Sólo este lunes, 17 vuelos diferentes fueron cancelados o retrasados en tres aeropuertos de Moscú, aunque se desconocen las causas.

El ministerio de Transporte ruso pretende la autonomía aeronáutica del país para 2030. Pero es más fácil de decir que de hacer. "En apenas unos días, las compañías aéreas rusas, que estaban estrechamente integradas en el mercado mundial, perdieron destinos internacionales, contratos de arrendamiento y soporte técnico para sus aviones. El objetivo principal de la aviación civil rusa en este momento es mantenerse a flote hasta 2030”, explica una experta.

Pero el camino hasta 2030, incluso suponiendo que la tecnología rusa pueda desarrollarse para subsanar problemas con los motores, el punto más delicado de los aviones, queda un largo camino hasta entonces.