No es un asunto trivial: para Francia no es lo mismo ser el primer país del mundo en turismo que ser el segundo. Pero esto es lo que todo indica que puede ocurrir dentro de treinta días si un milagro no lo remedia. Y su reemplazo nos resulta familiar: España (En peligro de cierre 41 aeropuertos marginales de Francia).
Este año, Francia puede acabar con entre 78 y 82 millones de turistas, según publica L’Echo Touristique, lo que es un retroceso importante respecto de los 90 millones de 2019. En cambio, España tiene previsto alcanzar los 85 millones de viajeros, con algunos escenarios incluso superiores porque la cola de la temporada de verano ha sido excelente.
No obstante, siempre hay que tener presente que no es lo mismo un turista medio de España que un turista medio de Francia. Cierto es que Francia también tiene turistas europeos, con un nivel de gasto relativamente discreto, pero el país vecino se beneficia como ningún otro del turismo más lejano, Japón, Sudamérica, Extremo Oriente o Estados Unidos, por ejemplo, cuyo nivel de gasto es espectacular. España también participa de este turismo, pero tiene una presencia mucho más significativa de viajes vacacionales, de sol y playa, procedentes fundamentalmente de Alemania y Gran Bretaña.
La situación en Francia es, en parte, un ‘fleco’ del Covid porque sigue sin normalizarse la presencia de chinos, porque allí aún persiste cierto temor a viajar por la pandemia. Tampoco España ha recuperado este mercado, pero en Francia esto es más importante que en España.
Los comentarios en la prensa francesa sugieren cierta conmoción porque el liderazgo mundial en turismo es muy preciado y su pérdida se interpreta como una pequeña tragedia.
No se comenta que ir por Paris sin que te roben la cartera o el móvil es una de las causas. El aumento de hurtos tras la pandemia es espectacular.
Alguien se sorprende con la moronegrada que hay allí?
Ha quedado claro tu sesgo xenófoco.. Solo que esos que tu dices son tan franceses, nacidos y críados, educados como los cristianos apostólicos romanos, de ojos azules y/o las rubias o morenas de tacón de aguja que puedes ver una noche de fin de semana por decir algo. Podríamos hablar largo y tendido de esos barrios dormitorios, los "banlieus" de las grandes ciudades, y a lo mejor se pueden entender algunas cosas, de esas que nuna se debieron hacer y de aquellos barros tenemos estos lodos.