A día de hoy todavía Arabia es una promesa turística, sin casi concreción alguna sobre el terreno. Pero basta recoger alguna información para empezar a ver que no falta mucho para que se convierta en una potencia muy agresiva (Arabia Saudí: amenaza turística para Turquía con precios tirados).
La decisión del Gobierno (olvidemos todo calificativo) de reemplazar los ingresos del petróleo por los ingresos del turismo va muy en serio. El dinero del combustible es muy poderoso para que un régimen en el que no ha lugar al debate se haya lanzado furibundamente a construir infraestructuras turísticas en todos los sentidos.
No es sólo el mega proyecto en la costa del Mar Rojo, que pretende ser uno de los enclaves más exclusivos del mundo a partir de 2030; es la nueva aerolínea Riyahd, que va a desbordar las posibilidades de Saudia; son los 110 mil jóvenes sauditas que están estudiando en escuelas de turismo alrededor del mundo, para volver a su país con estos conocimientos para ponerlos en marcha; y es el goteo de iniciativas en materia aeroportuaria, promocional, patrimonial, para posicionar el país, hasta ahora conocido por ser un desierto, como una potencia turística.
Realmente, de Arabia, como antes de Qatar, como antes de Emiratos Árabes, se puede decir que será un ‘invento’. O sea, un destino turístico creado donde no había nada. Obviamente, a mucha gente exigente no le gustará algo así, pero el hecho es que los dos primeros están teniendo éxito: hay quien desea ir a aquellas sartenes, para freírse en un entorno que pretende imitar a Europa o a Estados Unidos.
Ojo, en diez años no habrá dudas de que Arabia será competitiva turísticamente. Aunque todos tenemos nuestras dudas, claro.
Benidorm, por ejemplo y otros muchos sitios de la costa española, nacieron de la nada, igual que ahora parece que hará Arabia. Por seguir con el ejemplo citado, en los finales de los cincuenta, principios de los sesenta del siglo pasado era un pequeño pueblo de pescadores donde no había más que lo justo...... y ahora es el horror que és, pero eso ya es una opinión.