BlackRock es un fondo de inversión americano popular en España porque es el primer propietario de viviendas en alquiler y el primer inversor del mundo. Propiedad de incontables inversores medios de todo el mundo, sobre todo americanos, es conocido por su poder económico. Y ahora ha dado una sorpresa al comprar Global Infrastructure Partners, una empresa que es dueña de los aeropuertos de Edimburgo y Gatwick, los dos en Gran Bretaña, por los que ha pagado 12.500 millones de dólares.
Aunque BlackRock es grande, esta operación es la mayor que ha llevado a cabo en su historia y apunta a una diversificación del negocio que se sale un poco de su tradicional vinculación con lo inmobiliario.
GIP, la vendedora, que ahora pasará a ser accionista de BlackRock, tiene la sede en Nueva York y cuenta con 400 empleados en su faceta de inversora. Por supuesto, los dos aeropuertos comprados tienen plantillas superiores pero sus empleados no son directamente trabajadores de GIP sino de las sociedades de las que GIP era propietario.
El máximo directivo de GIP, Adebayo Ogunlesi, no se va, sino que se integra en el consejo de BlackRock. Incluso más, Ogunlesi y GIP ahora tendrán más poder porque además de seguir gestionando los aeropuertos, se harán cargo de los negocios no inmobiliarios de BlackRock.
También son los dueños de las fábricas de armas y bombas que se venden A ISRAEL...